Transcurría el mes de febrero, y mientras China enfrentaba de manera crucial la pandemia de la COVID19, en Colombia se desarrollaban diferentes marchas y paros, en especial convocados por sectores interesados en un cambio en el modelo de la educación. Las peticiones, decían, eran por el futuro de la educación en Colombia.

El sindicato de maestros pedía que se reformara el Sistema General de Participaciones (SGP) en especial buscando que fuesen en preescolar tres grados y no uno, como lo es hasta ahora; pedían jornada única, con importantes reclamos en dotación, infraestructura física, y por supuesto el personal necesario para operarla, de lo contrario no estarían de acuerdo con la medida.

Pedían los maestros que se acabaran los cierres y fusiones de escuelas, también más profesores y de nuevo una nivelación salarial, pues consideraban que existía una sobrecarga laboral y por tanto pedían que se abrieran nuevas plazas para ser suplidas mediante concursos para docentes. Pedían la formación de docentes, la evaluación formativa y la convalidación de títulos, garantías en la salud, la continuidad de los programas deportivos del magisterio y hasta un programa en tv.

Un pliego de peticiones que para muchos parecía exagerado y para otros apenas justo, pero, ¿ajustados al futuro de la educación? Pensando en el futuro fueron pocos los puntos que vi, poco les importó lo que sucedía en Asia y Europa, poco les importó prepararse para un nuevo modelo educativo, poco le importó a FECODE preparar a sus buenos y fieles docentes en lo que vendría: una educación sin aulas, sin infraestructura física, con una estructura más plana, pero con necesidades diferentes en especial en conectividad.

El futuro de la educación, fue acelerado por la COVID19, obligó a los docentes a evolucionar a un nuevo modelo educativo en casa, los obligó a aceptar la realidad de educación virtual, la misma que tuvieron en frente por más de 15 años, pero que ignoraron, no valoraron y no aprovecharon; hoy hay una nueva realidad, donde los docentes que no aprendan modelos virtuales de aprendizaje están condenados a quedar en el olvido.

El futuro de la educación no estará en la enseñanza sino el aprendizaje, el maestro del futuro deberá encontrar qué le apasiona y para qué es bueno, deberá enseñar desde el ejemplo, la ética y los valores, deberá estar conectado con la familia del estudiante para reforzar sus principios, creencias, cultura; el maestro ya no puede impartir conocimiento para un grupo, sino que deberá hacer de la virtualidad su aliado para la personalización de la educación.

El futuro de la educación nos llevará a un esquema 50% presencial y 50% en línea. Preparémonos para un nuevo mundo, para el futuro que ya está aquí.

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio