La reciente noticia sobre el gran recorte que sufrirá el año entrante el presupuesto de Ciencia, Tecnología e Innovación debe llevarnos a un profundo análisis del ecosistema. La crisis del sector no solo es responsabilidad del Gobierno Nacional y, por el contrario, todos tenemos nuestras culpas.

A continuación, haré una reflexión de carácter autocrítico, pues como estudiante de doctorado, emprendedor, profesor universitario, ex-funcionario del gobierno nacional y como ciudadano he sido o hago parte de muchos de los actores que voy analizar. En definitiva, ¿qué responsabilidad tiene cada uno de los actores del ecosistema para que hoy nos estemos lamentando?:

El Gobierno Nacional

  • No ha logrado transformar a Colciencias en la entidad ágil, líder, capaz, innovadora e inspiradora que necesita el país.
  • Ha buscado transferir los recursos de regalías de Ciencia, Tecnología e Innovación para hacer carreteras terciarias que, si bien se necesitan, podrían encontrar otras fuentes de financiación.
  • No ha sido capaz de diseñar un modelo funcional, rápido y blindado contra la corrupción para gestionar de buena manera las regalías del CTI (Ciencia, Tecnología e Innovación).
  • No ha logrado entender que ante el bajo precio del petróleo Colombia debe aumentar su inversión en CTI en busca de nuevas fuentes de ingresos, en lugar de reducir la inversión, tal y como lo está haciendo.
  • Ha dejado que las influencias del Congreso lleguen a Colciencias y la contagien con sus turbios intereses.

Los gobiernos locales

  • No han logrado, con pocas excepciones, diseñar y gestionar proyectos de gran impacto para su región.
  • En la mayoría de los casos, han permitido que el hambre inmediata de la corrupción y la politiquería se imponga a la visión del mediano y el largo plazo.
  • No han logrado generar dinámicas de co-creación efectiva entre el sector académico, la empresa privada y el Gobierno.

Las universidades

  • La mayoría de las universidades han puesto unos “overhead” para gestionar los proyectos. Es decir, un costo por encima 30% al 40% (incluidos sus propios costos de administración). Por culpa de este cobro injusto (por no decir mordida injusta) se hacen inviables muchos proyectos. Para proyectos de CTI en la Guajira, Chocó o San Andrés, por ejemplo, es injusto que el 40% se quede en alguna universidad de gran renombre ubicada en el centro de Bogotá.
  • No han logrado transformarse ni transformar sus proyectos de investigación, el porcentaje de las investigaciones que aporta a la mejor calidad de vida para los colombianos o la competitividad de las empresas es mínimo.
  • Su integración con el sector productivo es muy bajo. Sus procesos siguen siendo lentos y llenos de burocracia.

Los empresarios y los emprendedores

  • No hemos hecho sentir nuestra voz de forma unánime y contundente.
  • No nos hemos involucrado en los procesos asociativos entre nosotros y, menos aún, en las dinámicas que buscan unir la universidad, la empresa y el Estado.
  • No hemos invertido suficiente tiempo ni suficientes recursos en proyectos de CTI.
  • Creo que los deportistas, en este caso, nos demostraron cómo se debe hacer presión a un nivel del que nosotros, en cambio, aún estamos lejos.

Los ciudadanos

  • No nos hemos unido ni hemos generado la presión necesaria. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en que el Ministro Cárdenas se atreva a decir frases como la que aparece a continuación, como si creyera que nadie entiende ni fuera capaz de pronunciarse al respecto:

En conclusión, el problema de Ciencia, Tecnología e Innovación no se centra solo en el presupuesto del año entrante. Es por esto que debemos hacer una reflexión profunda y autocrítica del ecosistema y empecemos por decirnos las verdades de frente.

En cuanto a la autocrítica trato de dar ejemplo con este artículo, en cuanto a decirnos las verdades de frente, doy ejemplo diciéndole al Ministro Cárdenas que se equivoca profundamente y que cada peso que el país invierte en su participación en el World Economic Forum (que no es poca) se pierde, ya que, al parecer, él no está aprendiendo nada, mientras allí se habla de una mayor inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación como fórmula de progreso de los países, el señor Cárdenas hace todo lo contrario en Colombia.

Por el recorte en el presupuesto, pero sobre todo por nuestra incapacidad como ecosistema para gestionar y pensar en mediano y largo plazo, lloro por ti Ciencia, Tecnología e Innovación.

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Redacción Minuto30

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