La diseñadora Liselore Frowijn aparece tras el desfile de presentación de sus creaciones Otoñoinvierno 20172018 de la colección Ready to Wear (lit. Listo para llevar puesto), durante la Semana de la Moda de París, en Francia, hoy, 28 de febrero de 2017. EFE
La diseñadora Liselore Frowijn aparece tras el desfile de presentación de sus creaciones Otoñoinvierno 20172018 de la colección Ready to Wear (lit. Listo para llevar puesto), durante la Semana de la Moda de París, en Francia, hoy, 28 de febrero de 2017. EFE
La diseñadora Liselore Frowijn aparece tras el desfile de presentación de sus creaciones Otoñoinvierno 20172018 de la colección Ready to Wear (lit. Listo para llevar puesto), durante la Semana de la Moda de París, en Francia, hoy, 28 de febrero de 2017. EFE

La diseñadora Liselore Frowijn aparece tras el desfile de presentación de sus creaciones Otoñoinvierno 20172018 de la colección Ready to Wear. EFE

La joven diseñadora holandesa Liselore Frowijn inauguró la Semana de la Moda de París con un desfile futurístico en el que mandó un mensaje optimista ante un panorama global que despierta inquietudes en la industria del diseño.

A sus 25 años, este fue ya su tercer desfile en la capital internacional de la moda, en la que cada vez se muestra más cómoda, tanto como para lanzar una colección con un espíritu reivindicativo contra «el cambio climático, las elecciones y los conflictos que afrontamos».

«Los Estados Unidos que estamos viendo no son los que nos gustaría», declaró Frowijn tras el desfile al ser preguntada por la canción que acompañó el carrusel final, que decía «I love America» (Me encanta América, en castellano).

Las propuestas de esta graduada en Artes en 2013 volvieron a estar impregnadas de ese aire artístico que le caracteriza, con una colección dedicada al escultor neerlandés Alfred Eikelenboom.

En esta primera jornada de la pasarela para la muestra de las colecciones otoño-invierno 2017/2018, Frowijn recuperó la intención de Eikelenboom de crear un mundo utópico con ciudades circulares en tejidos de estampados degradados e ilustraciones de planetas en faldas plisadas con un toque sesentero y abrigos para el día a día.

Los tonos burdeos y verdes fueron protagonistas en cazadoras y gabardinas con efecto acolchado donde lo deportivo se convirtió en urbano.

En esta nueva silueta futurística, destacaron también la superposición de prendas, como largas faldas con aperturas a cada lado que destacaron sobre mallas de vinilo doradas.

Para el calzado, Frowijn mostró su colaboración con las marcas Converse y Turbo Toes by Akta Trading, que mezclaron sus diseños para esta ocasión: el famoso botín de tela con la exagerada suela blanca de aspecto industrial de Turbo Toes. EFE

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