Tras sufrir intenso dolor y hasta perder parte de la audición en uno de sus oídos, el hombre se decidió a ir al médico para ver lo que tenía.
La sorpresa fue tal de los galenos que le mostraron al hombre lo que tenía al interior de su oído, el hombre al ver la enorme cantidad de cera que tenía solo atinó a decir que podía tener su propia fábrica de velas.
El proceso de la extracción se realizó en la Clínica Hear en Oadby, en Leicester, Inglaterra y las imágenes fueron distribuidas por el Daily Mail.