Constancia, empatía, afán de superación, lealtad, amor… Las personas con discapacidad aportan muchos valores a quienes les rodean. Familiares y amigos descubren características poco comunes en el día a día, pero que emergen en ellas de manera natural. Tienen capacidades diferentes.

sindrome de down

Saben cómo arrancar una sonrisa, a veces una lágrima, casi sin proponérselo. Se limitan a hacer lo que sienten, a ser ellas mismas, y demuestran una fortaleza digna de admiración. Todos estos factores son determinantes para las personas que están a su alrededor. Así es como consiguen mejorar su felicidad.

Las personas con discapacidad aportan felicidad

discapacidad h 2Sofía fue un regalo para su familia. Lo es. Sus padres supieron que tenía síndrome de Down justo después de nacer. En ese momento, no pudieron evitar la incertidumbre por su futuro, incluso la angustia, pero se sobrepusieron y comenzaron a acumular esperanza.

«Al principio te centras en las limitaciones, pero ahora nos centramos en las capacidades, en lo que puede hacer», relata su padre. Sofía ha cumplido tres años y ha conseguido llenar su entorno de «inmensa felicidad, satisfacciones y alegrías».

La familia, principal apoyo y beneficiario de las personas con discapacidad

os valores que aportan las personas con discapacidad llegan a amigos, compañeros de colegio o de trabajo, vecinos… Pero sobre todo son los familiares quienes más se benefician de esta relación. Down España ha recopilado en «Mi herman@ y yo» el testimonio de varios hermanos que dan cuenta de cómo sus familiares enriquecen su vida.

Como hermanos, son generosos, atentos, responsables y preocupados por el cuidado de los más pequeños. Les calman cuando lloran y juegan con ellos como cualquier otro niño porque son eso: pequeños a quienes les gusta pasarlo bien. Incluso discuten y se enfadan, como el resto. Entre hermanos, se crea un vínculo más fuerte de lo habitual por cierta sensación de protección mutua, porque ellos no se sienten la parte débil. Porque no lo son.

Padres y madres con discapacidad intelectual

discapacidad hEl proyecto europeo PID, Padres y Madres con discapacidad intelectual o dificultades de aprendizaje les apoya «en sus relaciones de pareja y en su maternidad o paternidad». Este proyecto cuenta con la colaboración de organizaciones de Austria, Hungría, Alemania, Italia, Polonia, Rumanía, Grecia y España, empeñadas en defender el derecho de las personas con discapacidad intelectual a ser padres.

En su caso, se requiere identificar las necesidades específicas de cada pareja para facilitar el apoyo necesario. El European Family Set (EFS) reúne diferentes programas de apoyo dirigidos a organizaciones, para que atiendan a padres y madres con discapacidad intelectual. En Madrid, FEAPS gestiona desde 2010 una red de apoyo mutuo de madres con y sin discapacidad que ha dado apoyo a 20 mujeres con discapacidad intelectual, según explica.

El proyecto PID defiende que «las personas con discapacidad intelectual pueden ser buenos padres» y que «el amor y los sentimientos no están relacionados con el nivel de coeficiente intelectual de uno».

Sin embargo, se topan con dificultades en el momento de criar a sus hijos: sus dificultades de aprendizaje se equiparan con su incapacidad para ser padres, e incluso, se cree que su capacidad para serlo no puede mejorar, destacan los impulsores del proyecto PID.

«Los padres con problemas de aprendizaje tienen hasta 50 veces más probabilidades que otros padres de que sus hijos les sean retirados», precisan. «La falta de servicios de apoyo es un factor clave para influir en las decisiones judiciales», añaden.


Con información de consumer.es

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