Una nueva ronda de negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición siria han terminado hoy en Viena sin avances. EFE/Archivo

Una nueva ronda de negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición siria han terminado hoy en Viena sin avances. EFE/Archivo

Una nueva ronda de negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición siria han terminado hoy en Viena sin avances, con posiciones claramente enfrentadas y con la ONU insistiendo en su preocupación por la falta de acuerdo político mientras continúa la crisis humanitaria causada por la guerra civil.

«Estoy gravemente preocupado por la situación sobre el terreno en todas sus dimensiones: política, de seguridad, humanitaria y de derechos humanos», advirtió ante los medios el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que dirigió los contactos.

De Mistura se ha reunido las últimas 48 horas varias veces por separado con la oposición y representantes del régimen sirio en una ronda de contactos, la novena, que tenía como misión debatir sobre la redacción de una nueva Constitución.

Ya antes de que De Mistura hiciera su balance final de las negociaciones, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal coalición política de la oposición, había anunciado que no participará en una reunión convocada por Rusia la semana que viene en la ciudad de Sochi para buscar soluciones a la crisis.

La CSN ya había advertido antes de comenzar la reunión de Viena que su participación en Sochi dependería de si en la capital austríaca veía un compromiso del régimen para acabar con una guerra que se prolonga desde hace siete años y que ha causado unos 400.000 muertos y obligado a huir a millones de personas.

El propio De Mistura indicó que la decisión de si la ONU acepta la invitación rusa de participar debe aún ser tomada por el secretario general de la organización, Antonio Guterres.

Eso sí, el enviado especial aseguró que cualquier iniciativa de paz debe supeditarse y servir como apoyo al llamado proceso de Ginebra que lidera la ONU, y en el que se enmarcaba la reunión en la capital austríaca.

Así, De Mistura recordó que en el camino de redactar una nueva Constitución se debe asegurar que queden representados la variada composición religiosa y étnica de Siria, y que las reglas y los criterios deben decidirse en un proceso dirigido por los propios sirios bajo el auspicio de la ONU.

«Es vital acabar con la violencia y restaurar el pleno respeto a la soberanía, la integridad territorial, la unidad y la independencia, y las legítimas aspiraciones del pueblo sirio, a través de un proceso liderado por los sirios y facilitado por la ONU», afirmó.

Un proceso constituyente que permita al pueblo sirio, dijo, «determinar de forma libre e independiente su propio futuro y unas elecciones parlamentarias y presidenciales supervisadas por la ONU».

De Mistura afirmó que hace falta «voluntad política» y que ha llegado la hora de que prevalezcan la diplomacia y el diálogo en interés de todos los sirios.

«Comparto la inmensa frustración de millones de sirios dentro y fuera del país sobre la falta de acuerdo político hoy día», dijo Mistura, quien confió en que la reunión de Sochi contribuya al diálogo interno entre los sirios auspiciado por la ONU y para el que, anuncio, planea convocar una nueva cita «en un futuro próximo».

El Gobierno sirio, por su parte, terminó su participación en la reunión de Viena con un duro ataque a EEUU, Reino Unido, Francia, Jordania y Arabia Saudí, por haber elaborado un documento de trabajo sobre Siria que el régimen considera inaceptable.

Un documento que, según Bachar Jaafari, embajador de Siria ante la ONU en Nueva York, «está tratando en vano de dar la impresión de que intentan reavivar el proceso político, cuando lo que están haciendo es matarlo».

Anadolu, la agencia de noticias de Turquía, uno de los principales actores en la guerra en Siria, informó hoy de que ese documento plantea recortar los poderes de Asad y otorgar más al primer ministro y a autoridades regionales.

Además, los países autores de esa nueva propuesta piden a la ONU que los reciba como un nuevo actor, aparte del régimen y de la oposición.

También propone que los sirios que han tenido que huir del país durante los siete años que dura ya la guerra tengan derecho al voto en unas eventuales elecciones.

Según Anadolu, los cinco países autores del documento consideran que Rusia, uno de los aliados de Al Asad, no presiona suficientemente al régimen y quieren trazar un camino a la oposición, ejerciendo de contrapeso frente a Moscú.

El embajador sirio criticó uno a uno a los países autores de ese documento, que, recalcó, «trata de socavar el proceso de Ginebra y la conferencia de Sochi, así como cualquier otra herramienta para una solución política en Siria».

Varios países occidentales y la propia oposición siria recelan de que la reunión de Sochi, convocada por Rusia y respaldada por Irán y Turquía, pueda socavar el proceso de paz de la ONU en Ginebra. EFE

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Redacción Minuto30

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