Llevaba ya varias noches tratando de interpretar los resultados de las encuestas presidenciales; como conservador que soy, no deja de retumbar siempre en mi mente una frase lapidaria del gran Álvaro Gómez Hurtado “Las encuestas son como las morcillas: muy sabrosas hasta que uno sabe cómo las hacen” nada más real que ello; pero no puedo ser ajeno a tratar de entender que es lo que pasa, porque el panorama es escandaloso y escalofriante.

Sí escandaloso, porque contemplar a la cabeza de las encuestas Presidenciales a Gustavo Petro es por demás de extraño, sorpresivo y angustiante; ¿qué sucede? Será solo ¿flor de un día? ¿Qué propone Gustavo? que descresta, ¿por qué la Petromania?

Bien, primero recordemos que el señor Petro fue un buen congresista, en la medida que sus debates, hacían atractiva las plenarias del congreso, pero ¿fue suficiente eso para que se catapultara a la alcaldía de Bogotá?, pues no; mis queridos lectores, no lo fue. Petro llego a la alcaldía de Bogotá, no por sus propuestas humanistas, no por su dialéctica, ni por ser un tipo virtuoso; simple y llanamente fue alcalde por el inconmensurable ego de unos delfines políticos, que con sed de poder, le allanaron el camino y lo dejaron galopando en solitario, mientras se dividieron los votantes bogotanos, a esos delfines debe él su alcaldía, no fueron sus grandes propuestas, porque fue evidente que su mandato estuvo lleno de tropiezos, torpezas y promesas que se quedaron en populismo de papel.

Ahora quiere ser presidente, y sus propuestas son ambigüedades altamente peligrosas, pues no propone nada, pero lo transforma todo; ¿cómo así? Sí, sus grandes Propuestas son:

“SUPERAR LA SEGREGACION” cuya traducción es, convóquese una Asamblea Nacional Constituyente que le permita tener todos los poderes del estado a su servicio, y crear la nueva constitución colombiana al acomodo de sus necesidades. ¡Cómo Venezuela!

El FORTALECIMIENTO DE LO PUBLICO: que no es más que lo que contempla la constitución de 1991; solo que dicho por Petro.

CAMBIO CLIMATICO: en este punto y es lo chistoso e incongruente como todo en su gran idea, dice que Colombia debe acabar con la minería y toda economía extractivista, pero afirma que hay que ser un país netamente agrícola; candidato Petro la Agricultura es una actividad económica extractivista igual a la minería cuando se trata de generar competitividad agropecuaria, en pocas palabras «quiere acabar lo que busca fortalecer” ¿no les parece confuso?

El único aspecto al que apela el señor, y que vemos cada vez en titulares de prensa es a la lucha de clases, donde impere la revolución del “oprimido sobre el opresor” es decir incendiar el país; ese pobre populismo, no es más que la derivación de sus propias insatisfacciones y arrogancias dejadas por la beligerancia en su paso por la vida de partisano.

No es justo para nosotros los colombianos, que el populismo de este señor nos conduzca al laberinto de la inestabilidad, tampoco que la egolatría por poder de unos cuantos, nos divida y se le deje el camino despejado a que llegue a gobernarnos de manera dantesca, así como solo él lo sabe hacer.

Mis apreciados amigos, el país que nos deja este gobierno, requiere seriedad, experiencia y tener los pies puestos sobre la tierra; no solo, incendios por revueltas de clases; vamos a elegir un presidente, que sea capaz de proponer y ejecutar lo realizable, medible y alcanzable; porque de nada nos servirá votar por promesas fantabulosas que solo se quedaran en la mente de un incapaz; Parodiando entonces al futuro ex presidente Santos “esa tal pretromania no existe.” Vamos a derrotarla.

@MarioFX_

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Redacción Minuto30

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