eguidores del candidato presidencial colombiano Juan Manuel Santos, del partido Unidad Nacional, celebrando en Bogotá su triunfo en la primera ronda de las votaciones, aunque tendrá que ir a la segunda vuelta al no obtener mayoría absoluta. ©AFP Eitan Abramovich

BOGOTA (AFP) – El combate contra las guerrillas encabezado por el ex ministro de defensa colombiano Juan Manuel Santos explican según analistas la impresionante ventaja que logró en la primera vuelta electoral del domingo y que lo colocan como probable sucesor del presidente Alvaro Uribe.

Santos, ex ministro de Defensa de Uribe, logró 46,6% de los votos, escrutadas el 99,7% de las mesas, frente a un 21,5% de su principal rival, el independiente Antanas Mockus, en una votación que sorprendió por la diferencia alcanzada, de 25 puntos porcentuales.

El candidato presidencial colombiano Juan Manuel Santos, hablando a sus seguidores en Bogotá el domingo 30 de mayo, tras obtener mayoría en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de su país, aunque tendrá que ir a la segunda ronda contra Antanas Mockus. ©AFP Juan Barreto

Los resultados sorprendieron sobre todo por que los sondeos pronosticaban una cerrada votación entre Santos y Mockus, pese a que sí acertaron en que el resultado habría una segunda vuelta, prevista para el 20 de junio.

«Es un resultado que sorprende y deja a Santos en el mejor de los mundos. No sólo lo consolida como el mejor sucesor de las políticas de Uribe, también le da la holgura suficiente para invitar a antiguos adversarios a unírsele», señaló a la AFP el analista Rafael Guarín.

Guarín, cercano a la campaña de Santos, aseguró que con estos resultados se demostró que para los colombianos la principal preocupación sigue siendo la lucha contra las guerrillas izquierdistas, bandera del gobierno de Uribe, «y en ese terreno, el discurso de Mockus no logró generar confianza de continuidad».

En contra de todos los pronósticos, Santos -candidato por el partido de la Social de la Unidad Nacional (La U, derecha)- estuvo cerca de obtener la presidencia en primera vuelta, para lo que se exige la mitad más uno de los votos válidos.

Santos, procedente de una acaudalada familia bogotana fundadora del diario El Tiempo, ha sido ministro de Hacienda, Comercio Exterior y Defensa, pero nunca había concurrido a una elección popular.

En el discurso ante los electores, Santos ofreció conformar un «gobierno de unidad nacional» e invitó a todos los partidos a participar de él.

Fernando Cano, de la privada universidad del Rosario, opinó que si bien el triunfo en segunda vuelta depende en parte de las alianzas con los otros partidos, «los astros confluyen a favor de Santos, que tiene las de ganar para atraer otras fuerzas».

«La tercera votación más alta (1,4 millones de votos) fue para el derechista Germán Vargas Lleras, con quien Santos tiene una afinidad política natural pues ambos representan el legado de Uribe, y la cuarta (1,2 millones) es del izquierdista Gustavo Petro, a quien Mockus despreció en campaña», enfatizó.

Claudia López, politóloga y directiva de la colombiana Misión de observación electoral, recordó que la votación lograda por Santos es superior a la que obtuvo el mismo Uribe en 2002 y que al dedicar su éxito en primera vuelta al presidente «conquistó el voto de seguidores de Uribe».

«Santos tuvo un giro a mitad de su campaña, cuando bajaba vertiginosamente en las encuestas. Fue una apuesta grande que como jugador de Póker hizo y el resultado de este domingo es la demostración de que ganó. Vio que el mejor ‘ropaje’ que podía tener era el de Uribe y le dio resultado», añadió López.

Finalmente, la analista política Laura Gil destacó que la distancia con la votación de Mockus, quien lideraba una política basada en un mensaje de transparencia y lucha contra la corrupción, le brinda autonomía.

«Si el resultado hubiese sido más estrecho, Santos estaba obligado a escuchar a ese pedazo de país que se declara harto de la corrupción y de la politiquería, pero estos resultados le permiten cabalgar raudo sobre el legado de Uribe, que lo ayudó», concluyó Gil.

Sin embargo, el politólogo Alvaro Jiménez cree que Santos no tiene garantizado el triunfo. «El uribismo canta victoria con anticipación. No está definido el rumbo de los seguidores de los candidatos que no pasaron a segunda vuelta y la ‘fuerza tranquila’ que expresa Mockus ha demostrado que sabe y puede crecer», puntualizó.

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Redacción Minuto30

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