Mucha solidaridad internacional ha recibido la (ex) fiscal venezolana Luisa Ortega Díaz, quien se volvió la piedra en el zapato del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, pues fue la funcionaria chavista de más alto rango en su país en denunciar el quiebre del orden constitucional cuando al Tribunal Supremo de Justicia, apéndice del gobierno, le dió por quitarle las facultades a la Asamblea Nacional y abrogárselas para él y cuando al presidente se le ocurrió convocar a una asamblea nacional constituyente que estaría compuesta por simpatizantes del régimen y que acabaría por darle todos los poderes al sátrapa y cerrar el círculo para lo que sería una completa dictadura comunista.

En el momento que cayó en desgracia vimos imágenes de la fiscal venezolana, ¡montada en una motocicleta, de parrillera!, saliendo de su despacho, pues hasta su vehículo oficial y sus escoltas le habían sido retirados ya, a lo que se sumó un proceso de naturaleza fiscal en su contra y ante lo que se le venía, porque en el gobierno era claro que ya no contaban con ella, que le iban a montar un proceso penal con detención incluída, de esos que se acostumbran inventar en estos regímenes, con la ayuda de unos empresarios viajó en lancha a Aruba y luego llegó a Colombia, donde muy seguramente le darán asilo político o le facilitaran su salida y la de su esposo hacia otro país donde haya garantía que no la devolverán a su patria, en la que hace unas semanas fue destituida por la recién posesionada asamblea constituyente, de la cual es presidenta la otrora canciller y obediente lacaya de Nicolás y Diosdado, Delcy Rodríguez.

Por ahí dicen que más vale tarde que nunca y no es de poca monta el que se haya vuelto crítica de un gobierno que ya no se puede defender, aun a sabiendas que lo mejor que le podía pasar era que tuviera que salir de su país exiliada para volver quién sabe cuándo y se dice que tiene pruebas de la corrupción del presidente, los miembros del gobierno y muchos de sus aliados, ojalá las revele todas. Sin duda un acto valeroso.

Pero no puede perderse de vista que lo que hoy ocurre en Venezuela es obra del fallecido Hugo Chávez, fue él quien sentó las bases de lo que ahora está ejecutando Maduro, y en todo el manejo autoritario de un estado, el poder judicial, incluido el órgano investigador, que es la fiscalía, resulta funcional al régimen, fiscalía que ella dirigió durante más de 10 años, pues fue fiscal general desde el año 2007, todo el mundo sabe en su país que era consentida de Chávez y por eso su designación en ese organismo, este cargo es de vital importancia como quiera que desde allí se inician las investigaciones contra los opositores políticos que hay que sacar del camino, fue ella quien impulsó la acusación contra Leopoldo López y cientos más de opositores políticos que hoy están encarcelados, bien detenidos de manera indefinida o condenados a largas penas de prisión sin haber cometido delito alguno, solo por el hecho de haberse opuesto al gobierno y pedir elecciones libres en su país.

También en 2014, se negó a recibir a una comisión en representación de quienes manifestaban a las puertas de la sede del Ministerio Público venezolano. Ese día, 12 de febrero, los ciudadanos fueron atacados con armas de fuego, hubo represión y muertos violencia de calle y desmanes. De tal manera que la ahora inofensiva y perseguida fiscal Ortega Díaz cohonestó, protegió, ocultó y no persiguió los crímenes cometidos por los gobiernos de Chávez y Maduro, y por el contrario, fue un eslabón clave para que la revolución siguiera con sus desmanes y actuó en contra de los opositores; para ser más claros, ella también cometió delitos.

Ahora, no sabemos por qué tipo de motivaciones, aparece denunciando lo que hace el gobierno y ha tenido que salir del país. Esperemos qué nos dice el paso del tiempo.

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio