El sindicalismo politizado.

La politización del sindicalismo en el continente tiene repercusiones en Colombia. Los intereses de las bases obreras son manipulados por los burócratas del overol y de la brocha que negocian convenciones colectivas de trabajo a cambio de viajes al exterior, traicionando los intereses del proletariado que marcha con la misma monserga por todas las ciudades del país. La politización sindical hace crisis.

Condiciones laborales.

Después de varios días de protestas con elementos de violencia incluidos en Puerto Gaitán, Meta, por parte de trabajadores de las petroleras que allí operan y que reclaman condiciones laborales más dignas, la noticia con la que abren varios medios de comunicación es que cesaron estas manifestaciones, que se lograron acuerdos entre Pacific Rubiales y los representantes de los sindicatos, pero de fondo nos quedan temas sobre los que debemos reflexionar muy a propósito de esta coyuntura que sienta unos precedentes muy complicados en materia de sindicalismo, vías de hecho y orden público en Colombia.

 La dictadura del proletariado.

Porque una cosa, definitivamente, es que haya protección a los sindicatos, y otra muy diferente que de este derecho se desprenda la posibilidad de hacer bloqueos y de incurrir en vías de hecho sin que nada pase y a costa del orden público en lugares clave como el departamento del Meta. Estamos ad portas de lo que Vladimir Ilich Lenin llamó la dictadura del proletariado.

¿Se les fue la mano?

Nos parece que con el pretexto de darles gusto a los demócratas en Estados Unidos para que se apruebe el TLC, podemos correr el riesgo de que en el gobierno central, y concretamente en la Vicepresidencia de la República, se les vaya la mano y terminen patrocinando revueltas, invasión a la propiedad privada, y taponamiento de vías públicas y destrozos materiales. Tenemos información de que por lo menos 15 personas capturadas por sus actos de comprobado vandalismo, terminaron muy pocas horas después en libertad con los buenos auspicios del vicepresidente Angelino Garzón.

Brazos caídos.

También sabemos que en esa zona del país la Fuerza Pública (especialmente el Ejército) se siente con los brazos cruzados porque cuando intenta controlar la violencia, le caen encima desde la Vicepresidencia, porque a los violentos camuflados de sindicalistas no se les puede tocar un pelo. No tienen, pues, muchos incentivos nuestros policías y soldados para frenar estos brotes perturbadores del orden institucional.

¿Un acuerdo?

Pacific Rubiales llega a un acuerdo sobre el que se conocerán todos los puntos en las próximas horas, y al parecer aceptaría la permanencia de una auditoría de la Unión Sindical Obrera (la mismísima USO) para que atienda las quejas de los trabajadores petroleros.

¿Lucho, ministro?

Es que el sindicalismo responsable es un concepto en vías de extinción, como van las cosas. Y a manera de comentario al margen, anotemos por ahí el nombre de Julio Roberto Gómez, líder sindical, como próximo miembro del gabinete presidencial, en caso de que no se le atraviese el Partido Verde con Lucho Garzón.

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Redacción Minuto30

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