Iniciaron las campañas políticas para la presidencia, empiezan a salir a la luz sus estrategias políticas y planes de gobierno. Muchos de los candidatos a la presidencia le apuestan al cambio y se van pisando los talones. Sin embargo, el panorama no parece ser muy alentador para algunos de los candidatos.

Los aspirantes a la presidencia ya visitan las diferentes localidades haciendo campaña política, entre estos Rodrigo Londoño, más conocido como Timochenko, quien no fue recibido con agrado en lugares como Armenia y Cali. El candidato del partido de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) fue abucheado por los ciudadanos, quienes manifestaban su inconformidad al ver cómo una persona que le ha hecho tanto daño al país se une ahora a la política y aspira a la presidencia.

Las protestas por la llegada de Rodrigo fueron violentas. Los ciudadanos insultaban, las víctimas de la violencia reclamaban por los desaparecidos en la guerra, quemaban banderas del partido, obstruían el paso de la camioneta donde se transportaba Timochenko y lanzaban huevos y piedras. Gracias a estas manifestaciones Rodrigo decidió detener su campaña política y pedir al gobierno garantías.

En realidad, el disgusto de las personas es entendible ya que Timochenko no ha pasado por la Justicia Especial para la Paz (JEP) y no ha pagado por sus crímenes de lesa humanidad. La guerra dejó miles de víctimas las cuales no han sido reparadas; todavía existen desaparecidos y hay un sinsabor en los que no estuvieron de acuerdo con lo pactado en los acuerdos de paz. Sin embargo ¿Era esta la manera apropiada para manifestar su descontento?

En los Acuerdos de Paz con las FARC se encuentra establecido la participación política; por tanto, al dejar a un lado las armas, este grupo puede defender sus ideales a través de la democracia. Donde se idealizaba un panorama de Convivencia, reconciliación y no estigmatización. Pero nos pudimos dar cuenta que la realidad es otra. No es fácil dejar a un lado tantos años de violencia y hablar de paz. Pero es hora de cambiar eso y permitirnos construir un país diferente a través del postconflicto.

“Se está a tiempo de frenar el odio y las incitaciones violentas que pongan en peligro la vida e integridad física de la gente del común. Ningún colombiano debe ser agredido por ser militante o simpatizante de cualquier partido.” Así se manifestó Rodrigo Londoño a través de redes sociales.

Por tanto, es la democracia el derecho que nos va a permitir a los colombianos demostrar si queremos o no Timochenko o a los suyos en la presidencia. Mas no las piedras e insultos. La indignación por la violencia no se demuestra con más violencia sino con un voto responsable.

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Redacción Minuto30

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