Foto: http://bogota.gov.co

Gracias al seguimiento hecho con más de 120 cámaras de movimiento instaladas en el Macizo Chingaza, la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAB) logró identificar 66 osos de anteojos, de los cuales 50 fueron individualizados y diferenciados por los patrones de sus manchas.

De esta manera se hizo un diagnóstico sobre la población que vive en este sector, cómo se mueven en su hábitat, cuáles son sus necesidades y cómo se relacionan con las personas que habitan en los alrededores del macizo.

La gerente de la EAB, María Carolina Castillo, explicó que en la alcaldía de Enrique Peñalosa se han fortalecido las estrategias que permiten unificar la información técnica sobre el oso y su hábitat, a la vez que se implementan estrategias con agricultores para evitar un gran impacto en el hábitat de estos animales.

“Se promueve la siembra de especies vegetales que producen alimento para el oso, (restauración) y el desarrollo de alertas tempranas para que los campesinos informen inmediatamente la presencia de estos animales en inmediaciones de fincas y centros urbanos con el fin de disminuir los conflictos entre el oso y las poblaciones vecinas”, dijo.

El oso andino es una especie en peligro de extinción que debe ser protegida y conservada para mantener la salud del ecosistema que habita y en el cual se provee cerca del 70 por ciento del agua que consume Bogotá y donde nacen decenas de ríos y quebradas que surten la cuenca del río Orinoco.

Las cámaras se instalaron en los municipios de Choachí, El Calvario, Fómeque, Guasca, Junín, La Calera, San Juanito, Sesquilé y Ubaque. Siendo el municipio de Junín el que tuvo más registros de osos con el 48,28 por ciento.

El análisis de identificación se realizó a través de la construcción de fotogramas para la observación de patrones de manchas en rostro y cuello, identificando plenamente los 50 animales.


Fuente: Alcaldía de Bogotá

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