Un extraño y particular caso se presentó en una prisión de Argentina, donde un hombre pasó 20 años más de lo que estipulaba su condena encerrado por, según manifestó, sentirse «cómodo».
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El preso fue identificado como Osvaldo Alejandro Longobuco Calidoni, de 75 años de edad, quien inicialmente fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de una mujer hace más de 40 años, pero luego de cumplir 20 años de condena, podía solicitar la libertad condicional pero nunca accedió, y según informó el medio El Clarín, se quedó recluido por gusto, pues si salía no tenía un lugar a donde ir.
El magistrado de Buenos Aires, Alejandro Horacio Lago, explicó que la sentencia contra Calidoni se terminó el 8 de octubre de 2001, razón por la cual ordenó su liberación inmediata a pesar de que el hombre no quería irse del centro de reclusión, pues hace según dijo hace mucho no habla con su familia y no quería ser llevado a un asilo.
“No puedo desconocer lo humano, en lo que dijo y expresó a la Defensoría del Pueblo local que la prisión es su lugar donde está seguro, donde encuentra alimentos, cobijo y vínculos sociales. Pero esta circunstancia de encierro no se puede prolongar”, dijo Lago, citado por Clarín.
Según el magistrado, Calidoni salió de la cárcel el pasado lunes, e hizo un llamado a las instituciones sociales del país para que le hagan seguimiento con el fin de evitar de que termine regresando a la cárcel.