«Se trata de acusaciones que han sido examinadas hasta la saciedad y desvirtuadas recurrentemente, tanto por la justicia colombiana como en los debates públicos que se hicieron en el Congreso de la República», señala en uno de los apartes de la misiva.

Este es el texto completo de la carta:

Bogotá, 25 de mayo de 2010


Señor:
BOISFEUILLET JONES Jr.
Director
The Washington Post

Señor Director:

Rechazo enfáticamente el artículo publicado por The Washington Post, el 24 de mayo de 2010, bajo el título Colombian president’s brother said to have lead death squads, en el cual -sin equilibrio ni rigor periodístico, recurriendo al testimonio mentiroso de un ex oficial de la Policía llamado a calificar servicios por la acumulación de investigaciones en su contra, y en sospechosa coincidencia con elecciones presidenciales en nuestro país-, se pretende desempolvar falsas e infames acusaciones de vieja data en contra mía y de mi familia.

Se trata de acusaciones que han sido examinadas hasta la saciedad y desvirtuadas recurrentemente, tanto por la justicia colombiana como en los debates públicos que se hicieron en el Congreso de la República, cuyo propósito ha sido manchar mi honor y el de mi familia, y enlodar la gestión de un Gobierno que ha combatido con firmeza las organizaciones criminales en todas sus expresiones, buscando librar a los colombianos de la violencia, la pobreza y la miseria que nos ha dejado el terrorismo.

Debo recordar que por las mismas falsas acusaciones que The Washington Post intenta revivir en mi contra, por supuesta conformación de grupos paramilitares, la Fiscalía General de la Nación de Colombia archivó dos investigaciones mediante resoluciones inhibitorias del 8 de mayo de 1996 y del 29 de febrero de 2000, respectivamente, según consta en el oficio del 20 de abril de 2010, enviado por la Dirección Nacional de Fiscalías a la Fiscal Delegada ante el Tribunal Superior y al Despacho del Fiscal General de la Nación, cuyo texto anexo para su información.

La nula credibilidad y la intención infame del único testimonio en que se basa el artículo de The Washington Post, el del mayor retirado de la Policía Juan Carlos Meneses, quedan en evidencia con las declaraciones ofrecidas a los medios de comunicación, hoy martes 25 de mayo, por parte del Director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, quien ha informado que el teniente coronel retirado Pedro Manuel Benavides, mencionado por Meneses en su testimonio como un elemento central, acudió a la Inspección General de la Policía a rendir declaración, la cual se le recibió en presencia de la Procuraduría General de la Nación.

De acuerdo con esta declaración, el coronel Benavides fue contactado en Medellín, en abril o  mayo de 2008, por el mayor Meneses, quien lo invitó a una reunión a Bogotá, para cuyo traslado le envió los tiquetes aéreos. Una vez en Bogotá, Meneses lo puso en contacto con un grupo de personas integrantes de la banda criminal conocida como Los Comba, quienes le ofrecieron 500 millones de pesos a cambio de promover declaraciones en contra del Presidente de la República y en mi contra. Según el coronel Benavides, esta invitación a rendir falso testimonio se repitió en el año 2009, pero fue rechazada por el ex oficial.

Llama la atención el extraño recorrido que ha cumplido el mayor retirado Juan Carlos Meneses, quien, según relata el mismo The Washington Post en su artículo, buscó estatus de refugiado en Venezuela y dio falsa declaración en Argentina. Lamento que reconocidas personas como el señor Adolfo Pérez Esquivel y el sacerdote Javier Giraldo sean utilizados para promover falsas acusaciones contra mi familia.

Del señor Director, atentamente,

SANTIAGO URIBE VÉLEZ

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Redacción Minuto30

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