“Hay sicarios que matan la honra de las personas”, insiste Uribe Vélez contra algunos periodistas

El expresidente Álvaro Uribe Vélez tiene otro cargo contra el gobierno del Presidente Santos:

-“Desde la Presidencia de la República, buscan presionar a los medios, cautivar a los periodistas para que haya unanimismo frente al Gobierno y eso es muy dañino”.

Por Edgar Artunduaga

Uribe considera que ha sido deliberante pero jamás ha cercenado la crítica;

-“Nunca, en ocho años desde la Presidencia, busqué silenciar con dádivas a los periodistas o castigarlos. Para mí, por ejemplo, la pauta publicitaria, la vida social con los medios, el elogio al periodista, esos caminos para conseguir la aprobación o el silencio, no han existido. Veo ahora que se quiere crear un unanimismo en Colombia, en favor del Gobierno, tapando y tapando, lo cual es especialmente grave”.

¿Y que dice sobre la otra coacción, la de llamar terroristas y sicarios a periodistas a periodistas y comentaristas como Daniel Coronel, Holman Morris, Felipe Zuleta, León Valencia e Iván Cepeda?

Eso no es coacción. Yo estoy actuando como ciudadano común y corriente. Yo no soy presidente ni tengo funciones públicas. Estos señores en mi Gobierno tuvieron todas las garantías. Le quiero contar lo de Daniel Coronel: cuando yo llegué a la Presidencia, como él me maltrataba tanto, me llamó la Doctora Noemí Sanín, que es amiga de él y me dijo “no le vayas a quitar publicidad a Daniel” y le contesté “no. Ese no es de mi estilo. Yo no manejo la publicidad para conseguir el favor o el silencio del periodista”. Inclusive después, ese señor Daniel Coronel, que tanto criticaba nuestro Gobierno, apareció de contratista del Ministerio de Defensa. ¡Cómo le parece!.

Un día el señor Holman Morris, violó unos acuerdos del Gobierno con la Cruz Roja, para facilitar la liberación de unos secuestrados y se entró a una zona donde no debía; el día anterior hizo una entrevista que era una apología de la guerrilla. Yo lo denuncié. Estaba cumpliendo con mi deber, así como el Gobierno cumplía con su palabra empeñada ante la Cruz Roja, para facilitar la liberación de los secuestrados. A Morris le quitaron la visa de Estados Unidos y dijo que era por culpa de nosotros. Mentira. Jamás se me ocurrió llamar a una embajada a decir “quítenle visa a fulano”. Nos puso la tarea y la hicimos, de que se le dijera a los Estados Unidos, que nada tenía eso que ver con nosotros. Ahora le restablecieron la visa.

Es que hay manera de ser sicarios. Hay sicarios que matan la vida de las personas y sicarios que matan su honra. Por eso me referí yo a esos señores en los términos en que usted acaba de recordarme.

Usted dijo que iba a ampliar sus denuncias, pero finalmente no lo hizo, sin explicar el porqué…

Lo hice por mi familia, porque mi señora y mi familia me pidieron que me abstuviera de seguir en el tema. Me hicieron unas reflexiones y les di gusto.

¿Además de llamarlos sicarios, tenía cargos concretos?

A cada uno le tengo cargos, pero le prometí a mi familia detenerme aquí.

¿Para puntualizar el llamado caso Santoyo, su ex jefe de seguridad hoy solicitado por Estados Unidos, por asuntos de narcotráfico, cuál fue su cercanía con él?

Le aclaro que nunca vacilé cuando hubo decisiones administrativas o penales, en separar a los integrantes de la fuerza pública de sus cargos, no obstante mi afecto por los soldados y policías de Colombia.

Le resumo estos detalles:

Primero: El general Santoyo (Coronel en ese momento) fue retirado de la Policía como consecuencia de una sanción disciplinaria (destitución) emanada de la Procuraduría.

Segundo: Interpuso demanda ante el Tribunal de Cundinamarca (jurisdicción contencioso administrativa) solicitando la suspensión de la sentencia por prescripción. (Los asuntos materia de investigación habían ocurrido 5 años atrás).

Tercero: El Tribunal aceptó la demanda y falló a su favor. Subió en apelación al Consejo de Estado el cual confirmó y ordenó la suspensión «Provisional» de la sanción (hasta tanto el proceso sea fallado definitivamente). Con base en lo anterior le restituyen los derechos, y se produce su reintegro a la Policía.

Cuarto: El proceso sigue abierto por cuanto la suspensión «provisional» es para la sanción, no para el proceso. Cuando se llegue a dar un final del proceso, la sanción puede ser confirmada o revocada, y quedaría en firme.

Quinto: Por su antigüedad al momento del reintegro, le correspondió a la Junta de Ascensos proponerlo para Brigadier General, la cual fue aprobada por la Junta de Generales de la Policía, luego propuesta por el Ministerio de Defensa al Congreso y, finalmente, aprobada por la Comisión Segunda del Senado.

Propios y extraños destacan que usted vivía enterado de todo, que era gerente del detalle. ¿Cómo se le pudo escapar su Jefe de Seguridad?

Cada vez que el Ministerio de Defensa o alguna de las armas, me daba información negativa sobre una persona, nunca vacilamos en retirarlo. Ocurrió con el Almirante Arango Bacci. Usted sabe que a él lo retiramos porque el Ministerio de Defensa, la Armada y el Comando general, lo decidieron. Sin embargo, después la Corte Suprema de Justicia lo absolvió. Yo creo que la manera como procedí, despeja cualquier duda que algunas personas quieran crear.

La tradición de su Gobierno fue ser protector y muy permisivo y presumir de la buena fe de sus funcionarios vinculados con las FFMM. Esa fue la característica…

Permisivo no. Eso no se lo puedo admitir. Una cosa es haberlos apoyado y quererlos. No vacilé en ninguna ocasión para sancionarlos.

Una cosa es tener devoción por ellos. Por ejemplo cuando iban a destituir doce generales de la República, estaba yo de simple ciudadano, no era nada, y no tenía nada en la vida pública. Me llamaron y fui con Fernando Londoño, Plinio Apuleyo, mucha gente, a rendirles un homenaje y lo hicimos.

Si usted insiste en decir que yo fui permisivo, le preguntaría que me dé un solo caso de permisividad mía para que las fuerzas armadas cometieran delitos.

¿Por qué nombro al general Santoyo como agregado militar en Italia?

Sería un contrasentido haberlo reintegrado, ascendido y enseguida no haberlo nombrado.

¿Existe la posibilidad de un concierto, de un grupo de personas empeñadas en desprestigiar a funcionarios de su gobierno, con el fin de afectarlo a usted?

Eso es tan evidente pero ahí estamos en la lucha. Santoyo no llega a la policía por mí, él no era compañero mío de acción política. Santoyo era un integrante de la Policía Nacional, durante 30 años. Ese es el tema.