Fotografía cedida hoy por el Ministerio de Defensa de Colombia que muestra al jefe de dicha cartera, Iván Velásquez (c), durante el acto oficial de petición de perdón a familiares de Alix Fabián Vargas, joven asesinado en 2008 por militares en los denominados "falsos positivos", en Bogotá (Colombia). EFE/Ministerio de Defensa de Colombia

Bogotá, 4 jul (EFE).- Por primera vez, el Gobierno colombiano pidió perdón públicamente este martes a los familiares de las más de 6.402 ejecuciones extrajudiciales perpetradas por el Estado a civiles inocentes, en lo que en Colombia se conoce como «falsos positivos».

«Esto no es un acto familiar, es un acto de país que reconoce un grave error, un grave crimen (…) por el que no solo sentimos vergüenza sino que estamos dispuestos a no repetir», aseguró el ministro de Defensa, Iván Velásquez, en el Auditorio Teresa Cuervo Borda del Museo Nacional de Colombia, ubicado en Bogotá.

El acto se concentró en Alix Fabián Vargas, joven oriundo del departamento de Boyacá (centro), asesinado en 2008 por militares adscritos al grupo de caballería mecanizado no. 1 «General José Miguel Silva Plazas».

Vargas fue uno de los «falsos positivos», uno de los capítulos más oscuros del conflicto colombiano en los que el Ejército ejecutó civiles presentándolos como guerrilleros muertos en combate para recibir recompensas o beneficios.

Sigue al canal Política en Minuto30 en WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VZzWqlt3mFY3VpgTYk0q

LIMPIAR LA DIGNIDAD «MANCILLADA»

Vargas tenía 25 años, residía en la capital boyacense de Tunja y trabajaba haciendo el aseo en un restaurante frente a la terminal de autobuses cuando desapareció junto a un grupo de jóvenes, embaucado por un «sujeto conocido en el sector por ofrecer trabajos bien remunerados en otras zonas del país, por un término de 15 días», recordó Velásquez.

Meses después de ser visto por última vez el 1 de agosto de 2008, la familia denunció en la Fiscalía su desaparición forzada y, en noviembre, les informaron que una persona que correspondía a sus señas físicas, identificada como Carlos Alonso Téllez, apareció muerta en la vereda Susa del departamento de Santander (noreste), tras un supuesto enfrentamiento con la fuerza pública el 8 de agosto.

«Por fin se limpiará tu nombre y tu dignidad, una dignidad que mancillaron y pisotearon los héroes de la patria que juraron proteger», dijo entre lágrimas su hermana Diana Vargas Hernández, quien concurrió al acto junto a su madre Ilba Hernández luciendo una camiseta blanca con su nombre en letras amarillas y su rostro.

EL PERDÓN CASI UN LUSTRO DESPUÉS

«Ofrezco las excusas y pido perdón, en nombre de la Nación, a la familia y amigos de Alix Fabián Vargas, y honro también la memoria de su padre, Jorge, quien (…) falleció sin conocer la verdad de lo sucedido con su hijo», entonó Velásquez durante su intervención.

Este acto de perdón llega casi cinco años después de que el Consejo de Estado declarase la «responsabilidad administrativa y patrimonial del Estado por la ejecución extrajudicial de Alix Fabián Vargas», sentencia que también obligó a la cartera de Defensa y al Ejército a ofrecer, en un plazo de tres meses, a los demandantes (madre y hermanas) sus disculpas públicas en un acto conmemorativo.

Velásquez también se comprometió a revisar las órdenes de reconocimiento impartidas por el Consejo de Estado para otras familias que claman Justicia, en actos similares a este.

El comandante del Ejército, el general Luis Mauricio Ospina, reconoció que aunque «no hay palabras suficientes de consuelo» por lo sucedido, presenta el «compromiso irrestricto (…) por mantener esfuerzos para que este tipo de escenarios no se vuelvan a presentar».

Con el repudio de estos crímenes, Velásquez reiteró que «este Gobierno» no tolera, acepta, encubre o patrocina «ninguna violación de derechos humanos», advirtiendo que «será contundente» la toma de medidas contra quienes incurran en ellas.

«Esto es un paso en adelante para la lucha contra la impunidad en Colombia, es el gesto de escribir la historia desde la perspectiva de las víctimas y un reconocimiento importante de lo que fue la historia del país durante el conflicto armado, para construir un futuro mejor y de paz», celebró la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

La presencia del ministro en este acto se suma a su asistencia a la audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que tuvo lugar la pasada semana por el asesinato y desaparición forzada de 49 personas presentadas como «falsos positivos» entre 2002 y 2006 en el municipio de Dabeiba, en el departamento de Antioquia (noroeste).

Más noticias de Política

Author Signature
Laura Pineda

Comunicadora social de la Universidad Católica Luis Amigó. Soy amante de contar historias de ciudad y tengo un agudo olfato periodístico.

Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio