Minuto30.com-. Definitivamente nadie es tan bueno como para ser un ángel inmaculado, ni nadie tan malo como para ser el diablo personificado. Los hallazgos hechos en las propiedades de Gadafi han develado un amor excesivo por su familia, dejándose ver una faceta humana y ‘dulce’ del cruel líder libio.

Gadafi juega con una de sus nietas

El cariño con que trata el dictador libio a sus nietos es algo casi inimaginable, sin embargo deja ver que tras la necesidad de demostrar poder a costa de todo se esconde la necesidad de sentirse querido y amado “dime de que te ufanas y te diré de que careces”.

Su insistencia ante la pequeñas para que le responda si lo quiere deja en evidencia la falta de afecto del dictador

Gadafi gobernaba desde la obligación más que desde la inspiración, a diferencia de los líderes de hoy que provocan, entusiasman y alínean más desde la seducción que desde la orden.

El hecho de no permitirse un momento de debilidad falsea la propia naturaleza humana; su modelo de liderazgo, impracticable por la situación actual del mundo, provocaba stress para él que lo ejecuta, y generalmente miedo en quienes lo secundaban.

La carpa donde se graba el video, al parecer unos días de descanso, no muestra ninguno de los lujos con que se ha visto rodeado en los últimos días las propiedades del libio.

Sin embargo tampoco es que el escenario sea tan sencillo, televisor, nevera, sala, sillones, y sobrepiso en lona, todo perfectamente puesto.

La niña deja ver su simpatía y viveza, mientras que el niño no se logra despegar de los brazos de su madre.

Gadafi trata de sacarle una sonrisa al pequeño pero se da cuenta que no lo logrará y no insiste, a él no lo obliga a seguir sus órdenes y lo devuelve a los brazos de la madre del menor.

Ver a Gadafi dándole la comida a sus nietos en la boca, no dejaría vislumbrar el grado de crueldad con que fue manejado su régimen.

Gadafi muestra una cara diferente ante su familia.

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