El 16 Y 17 de mayo familiares de víctimas de falsos positivos en el Huila, es decir, personas asesinadas o desaparecidas y presentadas como bajas en combate, exigieron a miembros de la Fuerza Pública la verdad acerca de por qué le hicieron eso a sus seres queridos.
En esta oportunidad, las familias de las víctimas del Huila se dirigieron a los victimarios para exponer, a través de fotos, tejidos y testimonios cómo se vieron truncados los sueños de los asesinados y desaparecidos y cómo estos crímenes afectaron la vida de sus madres, padres, hermanas, hermanos, esposas e hijos.
Las víctimas indirectas también manifestaron que desean que se recupere el buen nombre de sus familiares y que les respondan “¿por qué los escogieron a ellos si eran campesinos, recolectores de café, ayudantes de construcción, comerciantes o artistas que no tenían ningún tipo de vínculo con grupos ilegales?”.
De acuerdo con la JEP, las observaciones y reacciones de las familias a lo dicho por los victimarios servirán para determinar el lugar, los autores y las circunstancias en las que se perpetraron estos crímenes, incluyendo las desapariciones forzadas como parte del patrón para hacer efectivas las violaciones a derechos humanos y las compensaciones sobre la política de conteo de cuerpos.
La audiencia ante la JEP corresponde al Subcaso Huila del Caso 03 y en esta se abordan cerca de 130 crímenes perpetrados entre 2005 y 2008.
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La magistrada Catalina Díaz destacó las observaciones de las víctimas en sus intervenciones. En especial, reconoció el tamaño del dolor que puede representar el asesinato de un hijo. "Comprendemos ese dolor que, como ustedes han dicho, es una herida que nunca cierra", dijo. pic.twitter.com/0LzDwBBfK1
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) May 17, 2022