Con un comportamiento por encima de la media mundial, Colombia para el año 2016 cuenta con una expectativa de vida de 74.182 años, a tan solo 4.559 años de Estados Unidos; si bien, en términos absolutos, la diferencia no es mucha, nos tomo cerca de 19 años incrementar, en los mismos valores, la esperanza de vida de los colombianos.

San Marino, uno de los microestados europeos, es uno de los que ostenta el galardón de poseer la población con mayores índices de expectativa de vida con 81,3 años, seguido por Japón con 79,5, Andorra con 79 y Canadá con 78,5 años.

Al otro lado de la lista, los países con menor esperanza de vida se ubican en el continente africano, donde Sierra Leona cuenta con 34,4 años, Liberia con 39,4 y Uganda con 41 años.

Analizando el comportamiento de los países Latinoamericanos, los colombianos estamos por encima de la media regional; ocupando el segundo lugar después de Chile, contando con la misma expectativa de vida de países como Cuba –referente mundial en temas de salud- y Costa Rica.

Uno de los primeros análisis que se puede realizar respecto a estos indicadores, es tener claro que la reducción de la mortalidad tiene como consecuencia el incremento de la población anciana, la feminización de la misma – ya que la mujer cuenta con mayor esperanza de vida que el hombre – y el aumento del número de años que una persona puede vivir en las últimas etapas de la vida.

El constante aumento de la expectativa de vida de la población mundial es un logro que no podemos desconocer al interior de la economía capitalista; el acceso a mejores condiciones de salud, el avance de la tecnología y en general, el incremento de la calidad de vida de la población, han permitido crear mejores condiciones de vida donde el ser humano se esta viendo significativamente beneficiado, en contra de la mayoría de pronósticos que contemplan el cambio climático y la contaminación como variables que no permiten aumentar el nivel de vida de las personas.

Algunos modelos económicos estiman que las personas nacen generalmente con una “reserva de salud”, a la cual, se le puede realizar algún tipo de inversión, bien sea, en medicina preventiva o curativa; de la misma manera, esa “reserva de salud” puede verse afectada con hábitos como el tabaquismo, la ingesta de alcohol o enfrentarse a niveles altos de violencia en el entorno que habitualmente se frecuenta, en otras palabras, el entorno donde se vive y las condiciones de vida de cada individuo, marcan, positiva o negativamente, de manera individual, la expectativa de vida del mismo.

Los esfuerzos de Colombia son significativos en términos de reducción de la mortalidad infantil e incremento de la esperanza de vida. El desempeño de estos indicadores ha arrojado resultados satisfactorios en lo que va del siglo XXI; el siguiente grafico representa la esperanza de vida para las personas nacidas en periodos de cada 5 años, donde se estima que en promedio vivirán los hombres 69.17 años y las mujeres una media de 75.52, siendo el promedio general de 72.17 años, muy cercano a los 74.182 años establecidos por el Banco Mundial para Colombia.

Para el año 2050 en Latinoamérica, se pronostica que por primera vez, habrá más personas mayores que jóvenes. Lo anterior marca un referente enorme para los nuevos emprendimientos, forzando la transformación de las políticas sociales y económicas en nuestra región.

Es importante que en los análisis de las nuevas tendencias de emprendimiento se contemplen alternativas que innoven en formas de recreación para personas mayores, salud, comida y cuidados, dado que en el futuro cercano, la población adulta será la llamada a consumir en mercados donde su población se envejece cada vez más.

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Abogado especialista en Derecho Empresarial
Magister en Economía Aplicada
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Redacción Minuto30

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