En Supía (Caldas), servidores del grupo de identificación humana del CTI Seccional Pereira entregaron a los familiares los restos óseos de Edith Sabina Moreno Monroy, víctima de una banda delincuencial dedicada al fraude de seguros de vida.

restos appSegún lo establecido, la mujer fue ultimada por esta estructura criminal que asesinaba personas, falsificaba su identidad y luego cobraban el dinero a las compañías de seguros.

Edith Sabina, madre de tres hijos, desapareció en abril de 2002, cuando en compañía de su hermana tomó un vehículo en el sector de la Estación Uribe de Manizales que las llevaría a Supía. Durante el camino fueron abordadas por tres desconocidos que con engaños se llevaron a Edith con rumbo desconocido, desde ese momento desapareció y su hermana no volvió a saber de ella.

Dos días después de la desaparición, el cuerpo sin vida de una mujer fue llevado por sus familiares al Hospital de Anserma (Caldas), quienes manifestaron que se trataba de Gloria Aidé Arias Roa y argumentaron que había fallecido como consecuencia de un golpe en la cabeza que sufrió al caerse de un barranco, pero en realidad se trataba del cuerpo de Edith Sabina Moreno Monroy, que fue enterrado en el cementerio San Esteban de Manizales (Caldas) con una identidad falsa aportada por sus presuntos familiares, con la complicidad del inspector de Policía que realizó la inspección técnica del cadáver.

En 2003 en medio de la investigación que la Fiscalía adelantaba por el fraude en el cobro de seguros de vida, servidores del CTI de Pereira exhumaron dicho cuerpo y lo sometieron a diferentes cotejos y pruebas técnico – científicas, estableciendo que el nombre de Gloria Aidé Arias Roa no correspondía a la identidad del cadáver exhumado.

Durante esa diligencia los investigadores encontraron aún en el cuerpo de la víctima, un tatuaje con forma de delfín, del cual tomaron una fotografía que fue enviada al Grupo de NN y Desaparecidos del CTI de la Fiscalía de Manizales.

Tras varios años de búsqueda por parte del CTI de Manizales, la hermana de Edith Sabina Moreno Monroy acudió a la Fiscalía y realizó el reporte por la desaparición de su familiar, dentro de la información manifestó que su hermana tenía un tatuaje con forma de delfín en uno de sus glúteos, con esos datos se ordenó la exhumación del cuerpo por segunda vez en noviembre de 2012.

En esta oportunidad el equipo de antropólogos, médicos y científicos del Grupo de Identificación Humana del CTI de Pereira realizó un cotejo con muestras de sangre de familiares de la persona reportada como desaparecida contra los restos óseos exhumados, estableciendo finalmente que la víctima respondía al nombre de Edith Sabina Moreno Monroy, lo que fue plenamente confirmado por el Laboratorio de Genética del Nivel Central de la Fiscalía en Bogotá.

Por este caso de fraudes con seguros de vida, actualmente en Caldas, cuatro personas se encuentran recluidas en centros carcelarios condenadas por estos hechos.

Luego de recibir el pasado 12 de marzo los restos óseos de su familiar, los hijos y hermana de Edith Sabina le dieron sepultura en el cementerio de Supía.

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