La ñoñomanía, una mezcla de clientelismo, mermelada y corrupción, la red política liderada por Bernardo Elías Vidal, está en caída libre, no le alcanzaron las influencias ni las artimañas, para salvarse de la avalancha de corrupción que Odebrecht está ocasionando.

El caso de corrupción del momento Odebrecht, ha hecho caer a más de uno, alrededor de 11 millones de dólares en coimas entraron al país ilícitamente, tras adjudicaciones de obras a la multinacional. 11 millones de dólares que corresponden a dos pagos diferentes, el primero por el cual ya se profirieron las primeras providencias judiciales, que involucran al ex viceministro de transporte Gabriel García por 6.5 millones de dólares, en razón de la tan sonada Ruta del Sol 2 y el segundo la adición de la ruta Ocaña-Gamarra por 4.5 millones de dólares, del cual hace parte Bernardo Elías Vidal. Todo indica que el Ñoño habría recibido un equivalente al 2% de la licitación de la mencionada obra.

El Ñoño Elías empieza en el 2006 su carrera política como representante por Córdoba, siendo fórmula de Zulema Jattin, condenada por parapolítica, su crecimiento como figura pública de gran influencia nacional no se hizo esperar, gracias a sus también padrinos políticos, excongresistas como Eric Morris, condenado por parapolítica y algunos de sus familiares del clan Nader, el exsenador Jorge Ramón Elías Nader, su tío, condenado por el proceso 8000.

La herencia política del Ñoño Elías, en definitiva ha estado marcada por bochornosos episodios de corrupción y personas poco loables pertenecientes a la vida nacional, el legado de aquellos padrinos, hoy es honrado a su altura y empieza a pasar la cuenta de cobro. Este pupilo costeño, que se convirtió en uno de los pesos pesados de la política colombiana, empieza a caer de su pedestal para rendirle cuentas a la justicia y a los colombianos.
Y es que Odebrecht es sólo una parte de la historia, esperemos que algún día se investiguen las acciones corruptas por parte de Bernardo Elías respecto del ICBF, denuncias también hechas por la saliente directora de la institución Cristina Plazas.

Ojalá llegue la justicia, que la maquinaria enmermelada, clientelista y corrupta sea desmantelada, que el poder vuelva a recaer en líderes y no en oportunistas desangradores de recursos públicos, que se dé inicio al efecto dominó y caigan los corruptos, abriéndole paso así a una verdadera renovación política con vocación de servicio público.
@bonnie_arp

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Redacción Minuto30

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