Superado el trago amargo de la eliminación de la Liga Betplay del fútbol profesional colombiano, pero aún con posibilidades de pasar a la siguiente ronda de la Copa Libertadores, el poderoso seguidor se aferra a la ilusión de ver a su equipo todavía compitiendo en el presente semestre del año.

El tema ahora pasa por las salidas y llegadas de jugadores al equipo escarlata y si bien la misma es justificable pensando en el jugador y en su familia, el arribo de alguien sin contar con la presencia o ratificación definitiva de un cuerpo técnico, es caer en el mismo error de una dirigencia que se ha caracterizado por contratar sin avales de quien los va a dirigir. Esto genera situaciones con aquellos que visten la ‘Sagrada’ y que poco o nada le aportan al equipo.

El otro asunto es el de aquellos mercaderes que haciendo el papel coercitivo impulsan a jugadores a través de algunos periodistas incautos que sin consultar las fuentes involucradas, empiezan a promocionarlos sin una confirmación oficial, creyéndose poseedores de la verdad para ganar prestigio de donde no la hay.

Bien o mal el “Equipo del Pueblo” gracias a los partidos que ha ganado en la Copa Libertadores ha percibido ingresos que de una u otra manera le han ayudado a solventar su situación financiera. Con las entradas de venta de abonos, patrocinios y demás, daría para pensar que al momento de contratar para esta nueva temporada, debe hacerlo con jugadores que de verdad marquen la diferencia y que se encuentren en un buen momento.

La actual dirigencia a mi consideración hizo un gran esfuerzo trayendo un jugador como Andrés Ibarguen, infortunadamente el ‘Piquiña’ no estuvo en el nivel esperado y su aporte al ‘Medallo’ ha sido tan poco que valdría la pena y a su misma consideración, terminar un contrato por mutuo acuerdo.

Si Raúl Giraldo y su grupo de asesores financieros no han entendido en los ingresos y posibilidades que se da participar en un torneo internacional, es caer de nuevo en un pasado donde por la poca inversión, se han traído jugadores de esos normalitos que abundan en el mercado colombiano.

Invertir es la invitación, pero hacerlo de manera inteligente, contando siempre con quien los va a dirigir. El “Rey de corazones” requiere jugadores de alto nivel y competencia en la defensa y un par de definidores a los que en el argot futbolístico les dicen los ‘killer’ aquellos que su misión es anotar goles a montón.

Estamos eliminados en la Liga más no en la Copa Libertadores y por ello la poderosa hinchada espera que nuestros jugadores lo den todo y mantengan viva la ilusión de seguir con vida en un torneo internacional que da muchas alegrías.

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Redacción Minuto30

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