El presidente de Roche Pharma para América Latina, Jorg-Michael Rupp, fue registrado el pasado viernes, durante una entrevista con EFE, en Miami (Florida, EE.UU.). EFE

El presidente de Roche Pharma para América Latina, Jorg-Michael Rupp, fue registrado el pasado viernes, durante una entrevista con EFE, en Miami (Florida, EE.UU.). EFE

La red de laboratorios de Cali (Colombia) se encuentra en plena renovación para mejorar el diagnóstico del cáncer tras ponerse en marcha hace 16 meses la iniciativa Ciudades contra el Cáncer C/Can 2025, dijo la directora de operaciones para América Latina del proyecto, Melissa Rendler-García.

«Una de las cosas que hemos visto es que hay que mejorar el control de calidad para toda la red de laboratorios», explica Melissa Rendler-García en una entrevista con EFE con motivo de la celebración esta semana de Eyeforpharma, la reunión anual de las farmacéuticas más importantes del mundo.

Rendler-García, encargada de implementar la estrategia regional de la Unión Internacional de Control del Cáncer (UICC), explica que poco a poco se han ido sumando actores a la iniciativa C/Can 2025, un modelo que pretende implementar soluciones integrales para el combate y prevención del cáncer en ciudades de más de un millón de habitantes en el mundo.

Sus esfuerzos se han visto recompensados con la ayuda internacional para solventar problemas.

«Sin un laboratorio que funcione bien no tienes un diagnóstico apropiado. Hemos traído a unos expertos de la Sociedad Americana de Patología Clínica», detalla.

Además de esta asesoría cuentan con el apoyo de 20 compañías farmacéuticas que se han comprometido con el proyecto, y a la lista de colaboradores se ha sumado también España.

«Estamos trabajando con la Secretaría (Ministerio) de Salud de España que nos ha ofrecido algunos apoyos técnicos y pasantías», revela.

Cali fue la primera ciudad de América Latina donde se implementó la iniciativa ideada por la UICC. A la ciudad colombiana se ha sumado Asunción (Paraguay).

«Cali fue la primera ciudad donde lo lanzamos. Aprendemos mucho y con base a Cali lo podemos refinar para otras ciudades», explica Rendler-García.

Dentro de los aprendizajes que ha obtenido la iniciativa C/Can durante la puesta en marcha es que las soluciones no solo están en manos de las instituciones internacionales, sino que se generan a partir de la colaboración entre todos los actores.

«La idea era convocar a un grupo multisectorial de personas que estén involucrados hasta el fondo en el cuidado y la prevención del cáncer, sentarlos en una mesa y decidir las acciones prioritarias que ellos necesitan», considera.

Los recursos han sido también un obstáculo para que los gobiernos entren en acción.

«Necesitamos que haya el reconocimiento de los gobiernos del cáncer como una epidemia. Uno de nuestros desafíos como salubristas, comparado con las enfermedades transmisibles, es que no ha existido un fondo para ayudar a los países», dice Rendler.

En América Latina se calcula que existen unas 200 millones de personas que viven con las llamadas enfermedades no trasmisibles y para el año 2025 se calcula que los casos aumentarán en un 91%.

En Colombia la iniciativa se ha encontrado con múltiples ventajas para su puesta en marcha como un compromiso político claro, la existencia de un registro nacional de cáncer muy bueno y una ley general que asegura presupuestos enfocados de cáncer que no dependan de las distintas administraciones.

Sin embargo, la experta explica que eso no sucede en otros lugares de América Latina.

En Paraguay, la princesa Dina de Jordania, presidenta electa de UICC, hizo presentaciones al Congreso de aquel país para que se apoye una ley de cáncer.

«Esa es la idea, hay que hacer el ataque desde diferentes frentes, que te pueden ayudar a resaltar más el tema a nivel mediático», finaliza Rendler-García.

La princesa jordana es madre de un hijo sobreviviente de leucemia y este es un tema «muy personal para ella». Miami (EE.UU.), 20 may (EFE)

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