Al hogar del Deportivo Independiente Medellín llegó a quien muchos consideran en la actualidad, la persona que está manejando los hilos deportivos del “Equipo del Pueblo”, el mismo que con su encanto para hablar y su acento extranjero, logró cautivar incluso al mismísimo Raúl Giraldo.

Federico Spada, presentado por la oficina de comunicaciones a principios de este año como gerente deportivo de las fuerzas básicas, llegó de manera sorpresiva y causó confusión desde su llegada por su verdadero papel asignado. El tiempo les daría la razón a quienes no entendieron tal nombramiento.

Quizás nadie desconozca su trayectoria y más tratándose de una persona joven con credenciales de agente FIFA y conocedor de direcciones deportivas, temas de scouting y futbol formativo. Sin embargo, el tema va más allá de su experiencia y su forma de imponer su conocimiento en el “Rey de corazones”.

En primer lugar, es necesario manifestar que este boloñés no tiene el ADN del equipo y su interés está más enfocado en su propio crecimiento personal y beneficio económico, sin importarle en lo más mínimo los sentimientos de la apasionada hinchada del Deportivo Independiente Medellín.

Federico Spada ha logrado ganarse el corazón del mayor inversionista del equipo a tal punto que estaría dispuesto a acompañarlo al baño para estar pendiente de cualquier necesidad que tenga Raúl Giraldo.

Desde su llegada, la presencia de este joven italiano fue evidente. Comenzó a inmiscuirse en todo, incluso participando activamente en los entrenamientos del equipo y brindando sus opiniones y juicios, llegando a trazar tácticas en los tableros. En su momento se refería al técnico principal, David González, como ‘mister’ y le mostraba su opinión en la forma táctica de ver un partido y hasta cómo se debía jugar.

Comenzó a presionar y se llevó al mismo Sebastián Botero a los entrenamientos con el técnico principal, pese a que esto estaba fuera de su rol asignado como gerente deportivo de las fuerzas básicas. Opinaba en áreas en las que no debía y que estaban fuera de su competencia.

Es cierto que Spada tiene un amplio conocimiento sobre las fuerzas básicas de un equipo, pero su interés apunta más hacia intereses particulares y no al cumplimiento del rol que se hacía antes en el Medellín, donde era importante ir a las comunas, ver jugar a los jóvenes y sumergirse en su ambiente para entender el verdadero entorno barrial. Esto es lo que realmente representa el papel de un gerente de las fuerzas básicas, pero para el caso de este italiano, las miradas apuntan a otras ciudades y más si provienen de Fortaleza.

Spada llegó al Medellín con su encanto y ha logrado influenciar tanto en Raúl Giraldo que ya muchos lo catalogan como algo meritorio. Con el actual cuerpo técnico interino, es prácticamente quien toma las decisiones deportivas, de nómina de jugadores y de conceptuar estratégicamente.

Es suya la decisión de la llegada de los actuales jugadores y su inmersión en la parte técnica ha causado un ambiente enrarecido al interior del equipo, que   ha molestado a algunos jugadores, aunque se quiera dar la impresión de los contrario por parte del sobrino presidente.

El poder de Spada ha llegado al punto en que, siendo gerente deportivo de las fuerzas básicas, había que incluirlo en las salidas del Deportivo Independiente Medellín cuando jugaba fuera de casa. Ahora, utilizará todo su encanto y persuasión con Raúl Giraldo para que Sebastián Botero quede en propiedad si el “Rey de corazones” pasa a la siguiente fase de la Copa Libertadores. En caso contrario, hará todo lo posible para que el actual técnico interino esté a su lado y él pueda estar cerca también.

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Redacción Minuto30

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