guillermo zuluaga

Como si fuera única, unilineal e inequívoca, siempre se ha tratado de encontrar al “más grande de la historia del fútbol”.

Y suele ocurrir con ciertos personajes al cabo de sus existencias prolijas, interesantes, que además  de alegrar tanto y a tantos la Vida, no bastando con todo eso, tuvieran que “demostrarlo” como si sus épicas no valieran per se y  hubiera que certificarlas.

Y cabría entonces la pregunta sobre  quién  o qué es ese otro  con potestad tan indiscutible para “sentenciar”   que en efecto es  aquel el más grande. ¿Periodistas que todo lo saben (sabemos), estadígrafos, historiadores, deportólogos, sociólogos?

Pelé, por ejemplo,  que en las canchas del mundo lo dio todo. Y  sobre él se ha dicho tanto y de tantas maneras que sobraría aquí un nuevo obituario. Bastará quizá lo  que resumió la nueva estrella, Erling  Haaland: » todo lo que ves hacer a cualquier jugador, él lo hizo primero».

Y sin embargo,  su partida de nuevo revivió la infaltable pregunta de si acaso fue el más grande del fútbol.

Foto: EFE

También ocurrió hace un par de años cuando murió Maradona y se iteró si no era el argentino  el jugador con  más relieve  de la historia. Ha ocurrido con D Stéfano, con Cruyff…siempre la pregunta de en qué lugar del pedestal quedará su nombre.

Ellos que se fueron  pero también se suele interrogar  con otros vivos: Zinedine Zidane, Ronaldo, Rodaldinho.

Siempre  el debate al respecto,  pero este es huero, sin fondo, vacío.

Porque no se pueden comparar ellos como atletas, (del biotipo de Pelé al de Messi hay tanta diferencia que es redundante  decirlo); sería también muy difícil comparar las épocas: el deporte ha evolucionado como han evolucionado mucho otras ciencias, oficios y saberes  de la vida.  Hasta   los años sesentas por ejemplo  el  fútbol fue lento, parecía jugarse en cámara lenta,  como en cámara lenta fueron las imágenes que vieron unos, vimos otros después por televisión; y luego,  a partir de la década del 80 comienza a  jugarse más fuerte pero la vez un fútbol más rápido;  y desde los años noventas hacia acá el fútbol ha adaptado para sí, todos los grandes avances de la medicina, de la tecnología, del marketing.

Pelé será enterrado el martes

Fotografía de archivo, tomada en abril de 2019, en la que se registró al legendario exfutbolista brasileño Edson Arantes do Nascimiento ‘Pelé’, en París (Francia). Pelé falleció este jueves, 29 de diciembre, y será enterrado el próximo martes 3 de enero. EFE/Ian Langsdon

Comparar  a un atleta como Dstéfano, como Pelé, como Dinho –con capacidades y potencialidades innatas, forjados en potreros o en las calles polvorientas- con un Messi o un Ronaldo, con la biociencia al servicio de ellos y los campos deportivos y sus computadoras pegadas a su dorso que les miden hasta los milímetros de sudor…. Digo, comparar esto  con la precariedad que se vivió hasta casi llegados los años 60 es una bobería para llenar luego titulares o inflar el ego de ciertos «doctores».

Pero  bueno, para “aportar” algo, en un ejercicio como historiador, podría mejor cuartear la «historia» y hablar de ciertos momentos y de sus protagonistas.  En   tal sentido sería indiscutible decir que Pelé fue el más grande de la década del 60 y gran parte de la década del 70.  Su grandeza fue tal que opaca a Johan Cruyff y  a muchos de la  misma selección brasileña que lo acompañaron y que sería injusto  con el resto mencionar algún nombre.

La del 80 tuvo al más grande indiscutiblemente de su década (¿de siempre?) que fue Diego Armando Maradona y su  estela se prolongaría también gran parte de los años 90.

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Su » testimonio»  vendría a recogerlo a principios del Siglo XXI, quizá cada uno por su lado,  la magia de Ronaldinho y el liderazgo y la elegancia que  aportó Zinedine Zidane.   Con  su seriedad  y elegancia, el uno,  y su gambeta y  su sonrisa de mil dientes  el otro, habrían de entregar luego el testimonio a Messi, quién  fue grande y  lo ganó todo con el Barcelona,  con su Selección Argentina. (Y su renombre se hizo más sobresaliente porque tuvo un émulo, otro gran atleta que a cada partido se esforzó por demostrar que él también era el más grande: Cristiano Ronaldo).

Este  quinteto (Pelé, Maradona, Zizu, Dinho, Messi) pueden perfectamente considerarse los más grandes de la historia aunque seguramente unos peldaños más abajo estén Dstéfano,  Puskas, Beckenbauer, los dos Ronaldos, entre otros,  y ellos seguramente estarán en la retina,  estarán en la mente de tantos que los vieron,  o los vimos, y que jurarán que fueron los mejores –para ellos.

Ahora el mundo se deleita con otro grande –un poco hipotética  mezcla de  Pelé y de Zizu- uno  más atleta,  formado en  estos tiempos: hablo de Mbappé que en el último partido del Mundial demostró que tiene  talento, disciplina, biotipo y sangre fría para rato.  Y quizá a lo mejor dentro de algunos años estaremos diciendo si acaso también es el más grande de la historia.

Lo único claro es que nada hay claro. Todas las selecciones son arbitrarias. Y para gustos (futboleros)…las nostalgias.

Y sin embargo,…

los dos más renombrados de los tiempos recientes huelen  a eternidad. Y eso da un pluss en este asunto. Maradona y Pelé seguramente siempre estén en el podium.  El uno fue y es D10s. mi D10s indiscutible. El otro es rey. ( Y dicen que el rey era el enviado de dios en la tierra)

En el universo del fútbol, el uno manda en los cielos, el otro  manda en la tierra.  Sus reinados son actos de fe (futbolera). Amén.

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Redacción Minuto30

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