No se ustedes, pero yo estoy cansado del arbitrario uso que se hace del Espacio Público, en ocasiones su uso es cobrado por el municipio, pero en otras hum…, pues en otras algunos particulares lo usan, lo gozan y de él obtienen beneficio económico sin que autoridad alguna les ponga coto u orden, pero además causando traumatismos a la ciudad y a la ciudadanía, lo que se ve reflejado en mayores costos para los habitantes de Medellín, sin que a simple vista puedan verse.

Debo eso si aclarar que cuando decidí escribir esta columna pensé intuir lo que es el “Espacio Público”, pero para mi precisión y comprensión de los lectores decidí indagar sobre la definición de ese concepto para no llevar a equívocos, y encontré que el documento COMPES (Consejo Nacional de Política Económica y Social) 3718 de 2012, estableció en su Marco Conceptual una definición y además señaló sus componentes así “la Ley 9ª de 1989 y el Decreto 1504 de 1998 definen el espacio público como el “conjunto de inmuebles públicos y los elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados, destinados por su naturaleza, por su uso o afectación a la satisfacción de necesidades urbanas colectivas que trascienden, por tanto, los límites de los intereses individuales de los habitantes” (Artículos 5° y 2°, respectivamente). Según el Decreto 1504 de 1998, el espacio público está integrado por la suma de elementos constitutivos naturales, artificiales y complementarios”, por lo que no estaba errado al considerar los andenes y las aceras como parte del Espacio Público, así como también las vías para el tránsito vehicular.

Mi inquietud surge respecto del ordenamiento que del Espacio Público se hace en la ciudad, lo cual dicho sea de paso debe ser estricto y claro, pero eso me llevó a recordar la polémica que suscitó la implementación de parquímetros hace años los  que además de ser necesarios tienen una explicación clara y la cual comparto, y es que si la ciudadanía que tiene vehículos decide parquearse en la vía pública, parte del espacio público, deberá por ser de todos pagar y como la aprovecha al estacionarse debe cancelar la tarifa por estar allí. Pues donde hay la misma razón, debe haber la misma disposición o al menos eso pensaban los romanos y eso me enseñaron en la universidad cuando estudiaba derecho, pero resulta que eso NO aplica para los llamados “Valet Parking” que abundan por toda la ciudad frente a restaurantes, bares, discotecas, hoteles y en general zonas donde el flujo de personas y vehículos es bastante grande, porque esos servicios de parqueo con tarifa, ocupan a su antojo el Espacio Público con conos, vallas, minivallas, señales, sillas y personal de “parqueadores”, así como con carros que han sido dejados por sus conductores para ser llevados a quien sabe Dios donde, o que ya esperan a que los dueños salgan para irse del lugar, y no pagan un solo centavo por usar, gozar, lucrarse y colapsar las vías para los carros que por la zona intentan transitar o los peatones que caminan por los alrededores, todos ellos ciudadanos que pagan impuestos, tasas y contribuciones en la ciudad y que tienen el mismo derecho que los empresarios del parqueo.

Los “Valet Parking” no se diferencian en absolutamente nada de los venteros ambulantes de fruta, crispetas, cachivaches o cualquier otra cosa en el centro de la ciudad o en los alrededores del parque de Berrío, o de los de comida rápida en la 70, la 33 o cualquier otro lugar de la ciudad, pero no son desalojados con la ferocidad e inclemencia con la que se hace con ellos, ¿por qué? es una buena pregunta.

Millonarias son las utilidades que tienen los llamados “Valet parking” cada mes, lo cual no me molesta, lo que si me molesta y me indigna es que lo hagan a costa del Espacio Público que es de todos y por el uso del cual debieran pagar y no lo hacen, sin mencionar el caos que causan con su desordenada actividad.

¿Y que hacen las autoridades?  NADA, nada de nada.  Tendrían la Secretaría de Tránsito de Medellín y la Subsecretaría de Espacio Público que hacer algo, reglamentar y hacer control, es su tarea, está en sus funciones, porque los “Valet Parking” o “parqueadores” se llenan los bolsillos con un espacio público que si bien es de todos, cuando se usa para beneficio propio debe ser cobrado, o se imaginan ¿qué pasaría si en la zona rosa del poblado por ejemplo, alguno decidiera tener puesticos de venta de minutos o de cualquier cosa en cada cuadra y esquina?, no creo que hubiera la pasividad y la inacción de las autoridades.

La mía es una queja ciudadana que no proviene mas que de la observancia de la connivencia con las autoridades con un hecho ilegal y contrario a toda lógica, precedido además de derechos de petición al respecto y de constantes quejas por los canales que tienen las autoridades para el efecto. La respuesta a mis solicitudes, quejas y peticiones? Ninguna.

Nada diré del trato y ubicación de los vehículos que los “Valet Parking” reciben de los incautos ciudadanos para que se los “cuiden” y parqueen mientras se entretienen o comen, pero si hago un enfático llamado a las Secretaría de Tránsito y Subsecretaría de Espacio Público a que simplemente cumplan su función y hagan respetar el Espacio Público en Medellín, no estaría mal ver a los funcionarios de chaleco de la subsecretaría actuar en zonas como Laureles, Parque Lleras o Provenza en vez de estar conversando o tomando fresquito con los infractores.

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Redacción Minuto30

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