“Era callejero por derecho propio,
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás”
 

Domado fue el lobo, domesticado para servir al hombre ayudándole a persuadir depredadores, a ser frente dentro de la caza, a servirle de guía en los caminos áridos y finalmente como valor agregado, para ser compañía en momentos de soledad. De ello han pasado ya unos diez mil años, hemos “evolucionado”, incrementado el desarrollo de la ciencia y la tecnología lo que nos ha generado facilidades para sortear ciertas labores y obstáculos sin necesidad de brindarle nada a cambio a la máquina que lo suple.

Así las cosas, hemos dejado de lado aquellos que en buenahora nos sirvieron y que infortunadamente para ellos quedaron sometidos a una dependencia malsana que los obliga a buscar entre calles y asfalto la subsistencia y de paso alguna manifestación de afecto de esas que entrañablemente alberga en la nobleza de su corazón: el perro.

Cada 27 de Julio se le rinde homenaje a los animales callejeros, al perro que ha sido la víctima más sonorizada del abandono al cual los hemos sometidos como “amos” del mundo; nació como una iniciativa chilena, a Ignacio Gac se le ocurrió ofrecerles un homenaje en este día buscando que los ojos retornen a ellos y se logre hacer algo por acabar con la amarga situación que los acompaña y eligió precisamente el mes de julio, a causa de las heladas que se viven en su país durante esta época del año; Este se generalizó entre aquellos que amamos los animales, convirtiéndose en el momento preciso para hacer un llamado a la sociedad y gobierno por ellos.

¿A cuántas vicisitudes se ven sometidos los animales en las calles? de las situaciones que más conduelen es la indiferencia del ser humano que los condena. Hemos llegado a ver casos de animales “en los huesos”, con heridas sangrantes, con incapacidad para moverse y nadie que se apiade de ellos; por el contrario, el común denominador es un enérgico zapateo o expresiones de desagrado intentando que se alejen del lugar. Toda la vida he condenado a esas personas que los ahuyentan de semejante forma y que no tienen la más mínima empatía por estos hermosos seres.

Ellos han inspirado a otros de corazón suficientemente grande para atreverse a hablar por ellos, como fue el caso de la canción callejero de Alberto Cortez, que habla de un can libre que gozaba de la tranquilidad para dormir a su merced en el lugar que le placía, que siempre tenía amor para todos y que gozaba de la simpatía de todos los vecinos del pueblo; dicho soneto fue compuesto en honor a Fernando, un perrito que vivió en la década de 1950 en Resistencia – Argentina, quien a pesar de haber sido acogido por un músico de quien recibió el nombre, deambulaba las calles y frecuentaba los lugares de concierto e interpretación musical, convirtiéndose en un crítico importante para los ciudadanos. El nunca haber llegado a un hogar le costó la vida, fue encontrado agonizando en las puertas de un Banco, tras haber sido atropellado por un vehículo; el cariño que despertó en los lugareños hizo que fuera enterrado con honores y con la participación de una vasta cantidad de personas, en su placa reza: «A Fernando, un perrito blanco que, errando por las calles de la ciudad, despertó en infinidad de corazones un hermoso sentimiento».

Tengo una perrita blanca, parecida a la foto que reposa en los archivos de Fernando, se llama Apple; cuando la recogimos hace ya once años se encontraba totalmente invadida en pulgas, había perdido varias piezas dentarias, casi no tenía pelo en su cuerpo, estaba flaca, andrajosa pero no dejaba de batir su colita con gran alegría, la misma que solo contaba con 4 pelito. Es increíble en medio de tanto dolor, de tanto abandono, como ellos son capaces de sopesar todo esto y en un acto heróico agradecer por nada, y digo nada porque al momento de hallarla nuestra decisión (a causa de no contar con lugar para refugiarla y las deudas económicas) no era recogerla y sin embargo una sonrisa (mueca) que esbozaba en su rostro y ese batir de cola nos conmovió y fue imposible dejarla. Once años hace que llegó a casa y aún sigue feliz, enferma a causa de una patología cardiaca, pero igual de agradecida y feliz.

Mañana 27 de Julio que sea un día para motivarnos a respetar, ayudar, acompañar y por qué no, adoptar un animal callejero. Ellos son solo víctimas de nuestro egoísmo e irresponsabilidad, nosotros somos los verdugos de su suplicio.

Invitación muy especial: A partir de las 3:00 pm en un parque cercano a Petservice, la clínica con la cual tenemos convenio, tendremos todos nuestros perritos rescatados de la calle, y se hará un hermoso homenaje para ellos , agradeciéndoles su vida y la posibilidad que nos brindan de ayudarlos. Los esperamos a todos, será un acto lindo con un picnic, un compartir, sembraremos una planta que representa la vida y la esperanza. Queremos que nos acompañen, todos, que lleven sus perritos adoptados y le manifestemos al mundo que estamos sembrando conciencia a favor de los animales.

Por el firme deseo que algún día, el día del perro callejero solo quede como un recuerdo de algo que existió pero que logró terminar, gracias a la responsabilidad humana, en un maravilloso mundo donde en cada casa, viva un perrito iluminándola de amor y terminemos con su “derecho” a ser callejero y los convirtamos en animales libres de abandono

Fundación O.R.C.A

 

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Redacción Minuto30

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