Inicia tal vez la época más querida para todos, la época de la familia, los amigos, los regalos, las fiestas familiares y los tan añorados aguinaldos para los seres queridos. Pero lo más infame y triste de creer, es que el Presidente de la República con la ayuda de una juez del tribunal de Cundinamarca quieran, hasta en estos momentos de Navidad imponernos de una manera dictatorial y usurpando los poderes del Congreso, las 16 curules especiales para la paz que en teoría eran para las víctimas de la violencia.

Hemos sido criticados los que creemos que este acuerdo con los terroristas de las Farc llevará a Colombia hacia un futuro incierto, donde se eliminará paulatinamente las libertades democráticas, afectará nuestro modelo económico y por último el poder ejecutivo se impondrá sobre los poderes legislativo y judicial. Esto se llama: DICTADURA.

Aunque aun es exagerado hablar de una dictadura en Colombia, si podemos compararnos con Venezuela en muchos aspectos. En primer lugar el triunfo político de Chávez, fue el resultado de un rechazo general del pueblo hacia la clase política tradicional, inconformes ante la gravedad de los escándalos de corrupción que se destapaban a finales de los años noventa. Nada más cercano a nuestra realidad política actual donde un 85% de los colombianos rechaza a nuestros dirigentes.

Con el paso de los años el heredero político de Chávez, Nicolás Maduro el hombre que había prometido gobernar para su pueblo y respetar la democracia, no solo acabó con el aparato productivo de su país y llevó a la ruina unos de los países más ricos del mundo, sino que también acabo con la democracia y llevó a su pueblo aguantar hambre hasta el punto donde un 20% de los Venezolanos se alimentan hoy en día de las basuras en la calle. En nuestro caso Colombiano aun no estamos aguantando hambre como ellos, pero nuestra economía se desacelera cada día más y los principales calificadores de riesgo comienzan a bajar nuestra calificación como un país seguro para la inversión extranjera.

En nuestra querida Venezuela el fin de la democracia comenzó cuando el gobierno se robó las elecciones presidenciales de 2013, donde fue impuesto Nicolás Maduro sobre Enrique Capriles, con la ayuda del Consejo Nacional Electoral, continúo con la usurpación de poderes de la Asamblea Nacional Venezolana y concluyó con la ilegitima Asamblea Constituyente que perfeccionaría la dictadura Venezolana. Se asemeja mucho a nuestros ultimo años en Colombia, Juan Manuel Santos compró la elección presidencial con mermelada en 2014, se robó el plebiscito de 2016, cooptó el poder de las altas cortes que se arrodillaron ante él, para desconocer la victoria de los que votamos por el NO, y por ultimo ahora de aguinaldo una juez le quiere enviar a Santos las 16 curules, que rechazó y archivó el Congreso, como regalo de navidad para las Farc. ¿Esto no se parece al Castro-Chavismo?

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Redacción Minuto30

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