Resumen: Un acto de generosidad y solidaridad brinda esperanza y movilidad a una mujer de 72 años con movilidad reducida. El Ejército Nacional y la Fundación Arturo Calle entregan una silla de ruedas a María Isabel Muñoz de Celis, quien agradece con gratitud y bendiciones. Esta donación no solo proporciona independencia e inclusión, sino que también resalta el compromiso con el desarrollo y bienestar de las comunidades. Un gesto de bondad que deja una huella imborrable en el corazón de María Isabel.
En un acto de generosidad y solidaridad, el programa Fe en Colombia del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo No. 7 y la Fundación Arturo Calle, hicieron entrega de una sillas de ruedas, ofreciendo un rayo de esperanza y movilidad a una mujer de 72 años con movilidad reducida.
Desde hace varios años la vida de María Isabel Muñoz de Celis se basa en levantarse temprano y orar para que Dios le quite la enfermedad que le impide la posibilidad de caminar bien: la osteoporosis, que sumada a un desgaste en la rodilla, ha sido más que suficiente para que la mujer tenga un estilo de vida complicado.
Para María, de 72 años, desplazarse por su humilde vivienda, que está ubicada en la vereda La Uvita, del corregimiento San Cristóbal, en Antioquia, resulta ser una tarea titánica, pues solo cuenta con un caminador viejo que ya está en malas condiciones, pero eso no la detiene para salir de su casa e ir al médico, con la esperanza de algún avance positivo en el tratamiento contra la enfermedad que le impide desplazarse con normalidad.
Sin embargo, esa rutina desgastante y conmovedora cambió gracias a la articulación del Ejército Nacional y la Fundación Arturo Calle, que le regalaron a la mujer la tan anhelada silla de ruedas con la que ella se movilizará con mayor facilidad.
“Yo les doy muchas gracias y estoy sumamente agradecida con los que me enviaron la silla, al doctor Arturo Calle, al Ejército y a las personas que me colaboran en una forma u en otra, que Dios los bendiga y los ayude bastante, les conserve la salud y les de muchos años de vida”, expresó María Isabel.
Esta donación no solo proporciona una herramienta vital para la independencia y la inclusión, sino que también destaca el compromiso de los hombres y mujeres del Ejército y los asociados de la acción unificada, quienes están comprometidos con el desarrollo y bienestar de las comunidades. Este es un gesto de bondad que deja una huella imborrable en el corazón de María Isabel, quien recibe este invaluable regalo.
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