Un saldo oficial de al menos doce muertos y 15 desaparecidos dejó este jueves un deslave de un cerro sobre un suburbio de San José, debido a las intensas lluvias de las últimas 48 horas.

AFP PHOTO/ Yuri CORTEZ

Lodo y rocas que se desprendieron de lo alto del cerro Pico Blanco cayeron en la madrugada sobre una treintena de viviendas en San Antonio de Escazú, 7 km al suroeste de San José, informó la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).

«Los muertos son 12», dijo a la AFP el portavoz de la CNE, Reinaldo Carballo, a media mañana. Otras 15 personas estaban desaparecidas en la zona del deslave. Entre los cuerpos rescatados, un fotógrafo de la AFP vio al menos el de un niño.

Los socorristas, con el barro hasta los muslos, revisaban cada palmo de terreno, entre escombros de viviendas, troncos de árboles, rocas y algunos enseres desperdigados, en busca de los desaparecidos.

Automóviles aplastados, trozos de chapas –como las utilizadas para techar viviendas– totalmente retorcidas y hasta lavadoras de ropa semienterradas en el lodo delineaban un paisaje que semejaba a una zona de guerra.

«Se oyó algo como que venían unos aviones y comenzó a venirse todo» sobre las casas, relató Ismael Morientes, quien logró escapar junto a su familia, aunque perdió su casa y su automóvil.

«Estábamos acostados. Todo el mundo estaba asustado. Por dicha, gracias a Dios, salimos de ahí como pudimos. Tenía el carro afuera y (el deslave) se lo llevó también», agregó.

Las zonas bajas de Escazú albergan gran cantidad de condominios de lujo para extranjeros e incluso se encuentran las residencias de varios embajadores, entre ellos el estadounidense y chileno. Las zonas altas, las afectadas por el deslave, son de viviendas populares.

Un total de 27 casas fueron cubiertas por el alud y «se está haciendo un escaneo para ver si hubo gente que alcanzó a salir» antes de que cayera el deslave, dijo a la AFP el portavoz de la Cruz Roja, Freddy Román.

Además de Escazú, hubo deslizamientos de tierra en otras zonas del área metropolitana, que obstruyeron rutas y causaron daños, pero no víctimas, agregó Román.

Los trabajos de rescate comenzaron apenas amaneció, pero se vieron dificultados porque continuaba lloviendo y el terreno, donde no golpeaban los torrentes de agua que corrían ladera abajo, eran gigantescas trampas de lodo donde los socorristas se hundían a veces hasta los muslos.

Las autoridades suspendieron las clases en las escuelas del área metropolitana de San José, que incluye las cuatro principales ciudades del país, y en el litoral del Pacífico, donde varios pueblos quedaron aislados y con zonas anegadas.

También suspendieron en todo el país las pruebas de bachillerato, necesarias para ingresar a la universidad, que estaban programadas para este jueves.

Por causa del fenómeno de ‘La Niña’, Centroamérica ha tenido este año una temporada de lluvias (mayo a noviembre) extremadamente violenta, que ha desnudado una vez más su extrema vulnerabilidad del istmo a los fenómenos naturales y ha dejado unos 300 muertos, principalmente en Guatemala.

En gran parte del país llovió casi permanentemente durante las últimas 48 horas, lo que había llevado a las autoridades a hacer llamados a la población a que extremara las medidas de seguridad.

La emergencia ocurrió mientras Costa Rica está inmersa en una disputa fronteriza con Nicaragua, que este jueves fue debatida por segundo día por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos en Washington, y que resolvió enviar a ambas capitales a su secretario general, José Miguel Insulza.

SAN JOSÉ, 4 noviembre 2010 (AFP)

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Redacción Minuto30

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