Foto tomada de internet

Minuto30.com-. En el país para muchos es tradición servir 12 uvas el 31 de diciembre y luego comerlas una a una pidiendo deseos para el año que llega.

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Por esta razón, expertos cuentan sobre las bondades de las uvas, además desmienten el mito de que estas son perjudiciales para el colon.

La tradición nació en España, donde cada uva significaba las campanadas que se escuchaban al llegar las 12 de
la noche el último día del año. Este ritual se extendió a muchos países de Hispanoamérica haciéndose una
costumbre.

No importa el color de la uva, roja, verde o morada, todas son servidas el 31 de diciembre y ayudan a la salud de los seres humanos.

Al consumir uvas muchas personas experimentan activación de su sistema digestivo confundiéndolo con
indigestión, lo cual los lleva a evitar esta fruta en sus comidas. Al respecto, Roberto Jarava, nutricionista clínico de
Coomeva EPS, explica lo que sucede y desmiente el mito.

«Cuando se come muy mal todo el año, en especial en las fiestas de diciembre y en la noche del 31 se consumen uvas, que es un alimento rico en fibra y que ayuda a la liberación de sustancias y desechos del intestino, suelen presentarse deposiciones más suaves o líquidas que no necesariamente significan una indigestión. La uva es una fruta con mucha agua y fibra, y por ello genera esta clase de evacuaciones que son benéficas para el organismo, pues le ayuda a limpiarse», señaló.

Adicional a este beneficio gastrointestinal, las uvas le aportan al cuerpo nutrientes esenciales y antioxidantes como la Quercetina, la cual ayuda a la no formación de radicales libres, beneficiando la prevención del cáncer de esófago, pulmón, páncreas, próstata y colon.

Su consumo regular contribuye también a evitar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la regulación de la presión alta, así como puede ayudar a aliviar los síntomas de las alergias, como la secreción nasal, los ojos llorosos y la urticaria, también contiene Resveratrol, el cual resulta antiinflamatorio y beneficia el metabolismo.

Esta fruta dulce y jugosa contiene hierro, cobre y manganeso, componentes esenciales de la hemoglobina. También es una agente para combatir el envejecimiento prematuro y es una fuente de energía, ideal para aquellos que son deportistas.

Aunque el consumo de uvas hace parte de nuestra celebración del 31 de diciembre, y resulta bueno para la salud y para nuestra esperanza de un nuevo año con prosperidad y éxitos, es mejor consumirlas en nuestro menú cotidiano, en cantidades de 15 a 20 unidades, y en las mañanas gracias a su alto contenido de azúcar, permitiendo el gasto calórico durante el día.

Excepciones:

Aunque el consumo de uvas es bueno para la salud, Carlos Alberto Daza, gestor nacional de Riesgo de Coomeva EPS, destaca algunas excepciones en las cuales el consumo de esta fruta debe ser controlado.

«Es muy importante tener presente que por el alto contenido de azúcar que posee esta fruta se debe consumir con moderación en pacientes diabéticos y por personas con insuficiencia renal, debido a los aportes de potasio, al igual que las uvas negras ya que contienen ácido oxálico que se transforma en sales y favorece los cálculos y la condición».

Y agrega que «también es posible que las uvas de color oscuro, que contienen polifenoles y taninos, puedan desencadenar migraña en personas propensas».

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