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Rotura de presa en Brasil

El colapso de una presa que almacenaba residuos minerales de un complejo de hierro de la compañía Vale en Brasil, con un saldo hasta ahora de 180 muertos y 130 desaparecidos, dejó inviable el uso de las aguas del río Paraopeba para consumo humano, irrigación de cultivos o pesca.

De acuerdo con un estudio divulgado este miércoles, las aguas del Paraopeba, que recibieron parte de los residuos que estaban en la presa que colapsó el 25 de enero, tienen un nivel de cobre hasta 600 veces superior al permitido para el abastecimiento humano, así como altos contenidos de otros metales pesados como hierro y manganeso.

El estudio fue elaborado por la organización no gubernamental Fundación SOS Mata Atlántica, que analizó 22 muestras de agua recogidas a lo largo de 305 kilómetros del río Paraopeba.

El análisis estableció que el nivel de cobre en las 22 muestras varió de entre 2,5 y 5,4 miligramos por litro, valores que son respectivamente 277 y 600 veces superiores a los límites aceptables por las autoridades sanitarias (0,009 miligramos por litro).

Con esos niveles, según la ONG, el río Paraupeba es inviable no solo para el abastecimiento humanos sino también para su uso en la irrigación de cultivos agrícolas, para la pesca y hasta para su aprovechamiento como lugar de diversión.

De acuerdo con la Fundación, el desagüe en el río de gran parte de las 14 toneladas de residuos y lama lanzados por la presa prácticamente dejaron muerto el Paraopeba.

«Los metales que encontramos en las muestras, como hierro, cobre y manganeso, no hacen mal a la salud en pequeñas cantidades, pero son tóxicos cuando sus niveles son muy elevados», explicó la bióloga Marta Marcondes, una de las responsables por el estudio.

De acuerdo con la especialista, el consumo de agua con grandes cantidades de cobre puede provocar daños en los riñones, afectar el sistema urinario y causar anemia por la destrucción de los glóbulos rojos, entre otros problemas de salud.

Además de cobre, hierro y manganeso, en las muestras fue encontrado cromo en niveles 42 veces superiores a los permitidos.

«El cromo es uno de los metales más peligrosos porque puede alterar la genética de los organismos y afectar el sistema nervioso», agregó la bióloga.

El estudio también concluyó que los bajos niveles de oxígeno y las altas temperaturas medidas en las muestras revelaron que el agua no tiene condiciones para la vida de animales acuáticos. De los 22 puntos analizados, la calidad del agua fue considerada mala en 10 y pésima en 20.

Igualmente mostró que el vertido también devastó 112 hectáreas de bosques nativos, de los cuales 55 hectáreas en áreas muy bien preservadas de la llamada Mata Atlántica (Bosque Atlántico), como es conocido el ecosistema que bordea el litoral brasileño.

La ONG aseguró que no existe un plazo para la recuperación del sistema ecológico, que puede ser de décadas, por lo que el río tendrá que ser analizado periódicamente para determinar hasta cuando sus aguas serán inviables.

La presa colapsada, de propiedad del gigante minero Vale y ubicada en la localidad de Brumadinho, en el estado de Minas Gerais (sudeste), se rompió hacia las 12.20 hora local (15.20 GMT) del viernes 25 de enero.

EFE

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Redacción Minuto30

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