Quizás, una de las variables más estudiadas por los economistas al interior de un país es “el consumo”, y es que, analizando esta variable es posible acercarse a una explicación de, aproximadamente, el 50% de la producción Nacional; de hecho, podría afirmarse que las conductas de los consumidores son un determinante para que las empresas definan su producción en el corto plazo.

Existen diversas teorías acerca de cuáles son los determinantes del consumo en los hogares de una economía, aunque inciden aspectos como la expectativa de los ingresos futuros y el ahorro de las personas, todas parten de la base que establece que, quien determina dicho consumo, es sin duda, en mayor proporción, el ingreso de las familias.
El aumento de la bancarización y el incremento del uso de pagos electrónicos mediante tarjetas de crédito, han sido factores fundamentales en la dinamización del consumo en Colombia en los últimos años; sin duda, las tasas de interés cumplen un papel fundamental en dicha dinamización dado que su variación genera impactos positivos o negativos en el consumo de las familias.

La evolución del consumo para lo que va de la década de 2010, evidencia una clara austeridad del consumidor colombiano, entre otras, producida gracias a las condiciones del entorno macroeconómico del país, en el cual, el comportamiento de la producción -ingreso- no ha tenido una buena conducta respecto a la dinámica observada en la década pasada y por consiguiente, el crecimiento del consumo tiende a la baja.

La reducción en la producción colombiana y por ende el consumo de los hogares, amerita la continuidad del ciclo bajista de las tasas de interés que el Banco de la Republica inició en diciembre de 2016; la desaceleración económica de la que pretendemos salir, requiere un apoyo institucional decidido para auspiciar el incremento de la producción, a sabiendas que los impactos de una política monetaria tienen efecto aproximadamente de 4 a 8 trimestres posteriores a su aplicación.

El comportamiento del consumo en el año 2016, al igual que los cinco años anteriores, fue moderado, a pesar de que la confianza de los consumidores se mantuvo en buenos niveles, mientras que el crecimiento del gasto en el consumo obedeció a un incremento de la tasa de inflación.

Tasa de crecimiento del consumo de las familias en Colombia

Las expectativas para el consumo de lo que queda del año 2017, seguirán la tendencia a la baja por varias razones, entre ellas, el impacto que genera la reforma tributaria en el ingreso de los hogares que, sin duda, produce una reducción en el consumo del país.

Los emprendedores deben estar atentos a los cambios que han venido realizando los consumidores colombianos; la entrada, por ejemplo, de las tiendas de bajo costo ha impactado y revolucionado el mercado de las grandes superficies, sin distinción estratificada.

Poseer mejores estrategias de mercadeo, analizar el posible cambio de paradigma en la producción de bienes a la oferta de servicios y ofrecer un mayor valor agregado desde una óptica de personalización del producto o servicio, serán los elementos básicos que debe poseer un emprendimiento actual para combatir la innegable desaceleración económica a la que nos estamos enfrentando.

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Abogado especialista en Derecho Empresarial
Magister en Economía Aplicada
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Redacción Minuto30

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