Martín Jr., Caya Varón y Dayana Jaimes/ Tomadas de Instagram: @cayavaron y @dayanajaimes55

Martín Jr., Caya Varón y Dayana Jaimes/ Tomadas de Instagram: @cayavaron y @dayanajaimes55

Tras la muerte de Martín Elías, su esposa Dayana Jaimes registró la marca «El gran Martín Elías» porque, para ella «oportunistas» a pesar del dolor por el que pasaba su familia, habrían «explotado» la identidad, el trabajo y el nombre del cantante de vallenato.

Dayana compartía la titularidad con los hijos del artista, pero Caya Varón, quien fue la primera esposa de Elías y madre del primer hijo del cantante, interpuso una demanda en donde manifestaba que Jaimes no era la heredera de Martín.

Aunque ese proceso arrancó a finales de 2017, solo hasta ahora se supo la decisión de la Superindustria, entidad que le dio la razón a Varón y explicó que los únicos beneficiarios de la marca deben ser los hijos de Martín.

Así entonces, Dayana quedó fuera de la titularidad y por medio de Instagram, dejó un sentido mensaje con varias fotos donde aparece junto al cantante y su hija, en donde resalta que hizo el registro “en un intento ingenuo, pero de buena fe, por salvaguardar el nombre de MARTÍN, sin ninguna intención oscura, solicité el registro como marca de su nombre artístico, su imagen y su firma, sin pretender nunca desconocer o afectar los derechos de nadie”.

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Han sido meses difíciles en que a pesar de la existencia de tantas personas, la sensación de soledad del mundo que dejó la muerte de MARTÍN no se supera. Recién su partida, en medio de esa mezcla de sentimientos, que conjugaba el dolor por la intempestiva  ausencia de mi amigo, compañero, y esposo, en el momento que sin duda se había abierto para él un porvenir dorado, con la tristeza de saber que no lo volvería a ver y tener que aceptar que nuestra hija, su Purry, PAULA, no crecería con su padre, la emoción que producían las sobrecogedoras pero vivificantes muestras de cariño de sus MARTINISTAS, costaba y era difícil entender la pillería y los indignantes abusos que de manera insensible se levantaron para explotar, de manera oportunista, su identidad, su trabajo, su imagen, su buen nombre, sin respetar la tragedia por la que atravesábamos. Fue en medio de esa situación, que, en un intento ingenuo, pero de buena fe, por salvaguardar el nombre de MARTÍN, sin ninguna intención oscura, solicité el registro como marca de su nombre artístico, su imagen y su firma, sin pretender nunca desconocer o afectar los derechos de nadie. También es cierto, que dentro de tal trámite se presentó una oposición para que apareciera su otro heredero (Martincito) como beneficiario del registro de la marca en caso de ser concedida y así procedí. Modifiqué la solicitud incluyéndolo no solo a él sino nuestra hija para que se nos reconociera la marca, cambio que no fue tenido en cuenta por la Superintendencia de Industria y Comercio en la negación inicial del registro, ante lo cual nuestro apoderado interpuso un recurso de apelación, que es el que acaba de ser resuelto por la Superintendencia con la confirmación de la decisión anterior. De todas maneras, es claro que, por nuestra hija, por el amor a MARTÍN, por respeto a su seguidores, desde este lugar en que me puso Dios, a pesar de los tropiezos, envidias, oportunismos para explotar, indebidamente lo que representa la leyenda del “GRAN MARTÍN ELÍAS”, no desfalleceré en el empeño de preservar su identidad y la imagen que con tanto carisma construyó MARTÍN, para q no se pierda o distorsione su huella.La tarea no es fácil y las fuerzas 👇

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