Sin importar la religión que profesa una u otra persona y sin el ánimo de generar malestar, en los lectores que no comparten la visita del Papa como el resto de católicos, este espacio necesariamente tiene que ser sobre Francisco, ese ser que más allá de la institución que representa, es ejemplo de bondad, de amor  y de coherencia, de alegría contagiosa y templanza.

Logró en un par de horas, después de muchos años de rupturas y polarización social, que como colombianos nos uniéramos, caminando hacia la misma dirección y bajo el mismo fin, recibir la gracia inmensa que derrama  la visita papal en su paso por el país.

Las enseñanzas del Santo Padre no son excluyentes con ninguna creencia o ausencia de ella, sus primeras palabras en el territorio nacional y dirigidas especialmente a los jóvenes son prueba de ello, “No se dejen robar la alegría, ni la esperanza, no se rindan, no se dejen engañar”, ¿quién podría oponerse a eso?, tanto la alegría como la esperanza son parte fundamental de la vida humana, en especial para las generaciones más jóvenes, sin esas características nada bueno podría construirse para vivir en armonía.

Tal vez si escuchamos con detenimiento, entendamos de una vez por todas que la única religión que profesa el Papa Francisco es la del amor, el amor en su sentido más general y amplio, que el único mensaje  es el reconocimiento de la humanidad en los otros y en nosotros. Demos el primer paso como sociedad, hacia el amor, erradicando a través de él la discriminación, la descalificación del pensamiento diferente, porque igualdad no es sinónimo de uniformidad.

La visita del Sumo Pontífice es una oportunidad para la reconciliación, para recobrar el verdadero significado de la palabra paz, significado que nos fue arrebatado con el pasar del tiempo, gracias a intereses políticos de unos cuantos, significado que no puede seguir siendo propiedad del gobierno, de las FARC o del ELN, es una palabra que pertenece a la gente, a las personas del día a día, a las familias, a una sociedad.

Demos el primer paso con valentía y coraje para sacar a Colombia adelante, unamos en vez de dividir, discutamos pero construyendo, opongámonos pero proponiendo, por último, no queda más que cerrar con una reflexión del Papa Francisco  “tenemos una urgente necesidad de sanar las heridas del pasado y caminar juntos hacia metas comunes”.

@bonnie_arp

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Redacción Minuto30

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