En primer lugar quiero saludar a quienes tienen la bondad de leer estos comentarios interrumpidos por un corto descanso, que requieren el cuerpo y la mente para soportar una situación inaceptable para cualquier individuo que tenga una formación democrática y cuyos principios le establecen prioridades basadas en la justicia, la solidaridad y la lealtad para alcanzar una paz real.

En esta semana salió una crónica  de Juan Gossaín en un diario capitalino, desde siempre gobiernista condicionado a que la pauta oficial se le dé a borbotones, sobre los inicios comprobados de la corrupción en nuestro territorio y en ella se narra lo sucedido entre Francisco De Sande (presidente entre1597-1602) y Andrés Salierna De Mariaca (visitador enviado por la corte para investigar el robo $ 5.000 pesos oro atribuido al señor Sande).

Me pregunto si este medio tiene autoridad moral para hablar de corrupción. Me ronda en la cabeza Odebrecht, sus socios colombianos y la ruta del sol.

“Salierna de Mariaca, quien emprendió el juicio de residencia comenzando por el destierro del presidente a Villa de Leiva. Antes de partir, Sande hizo correr el rumor de que había cohechado con dinero al juez y por lo tanto la sentencia le iba a favorecer. La calumnia produjo profunda pena en el visitador y lo llevó a la tumba, no sin prevenir a Sande que él también comparecería ante el tribunal de Dios en los siguientes nueve días. El presidente murió el 12 de septiembre de 1602, dentro del término fijado por Salierna de Mariaca” (Por: Aguilera Peña, Mario. Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango)

Estos hechos históricos comprueban la costumbre arraigada desde siempre en la capital de la corrupción, en donde la coima y el desfalco al erario público se convirtieron en forma de vida de gran parte de sus habitantes forjando así grandes fortunas de orígenes dudosos.

De hecho esas acciones se repiten día a día y solo basta mirar lo que ahora sucede con los magistrados involucrados en el cartel de las togas y los fallos o las acciones en favor de los implicados en conductas ilegitimas, que los sobornan abiertamente. Lo grave ahora es que no son calumnias del acusado a su juez.

Se han perfeccionado las mañas y la corrupción es abrumadora.

El testaferrato es el rey para salvar apariencias y es así como los dineros que entran a las campañas políticas se reciben por medio de estos individuos que fungen como gerentes independientes y “únicos” responsables de la financiación de las mismas o, de funcionarios de segundo o tercer nivel que se prestan para dar la cara por una pequeña mordida porcentual, que al ser frecuente y relacionada con las grandes sumas a las que se aplican, se convierten en jugosos capitales que acrecientan sus patrimonios.

Las decisiones del orden nacional se concentran en la capital y como es obvio, el costo de esas decisiones es muy superior a las que se toman en el orden departamental o municipal. Gran parte del dinero que se mueve en Bogotá proviene de la corrupción. Allá no se da un contrato, no se expide un certificado no se entrega una licencia ni se realiza ningún trámite sin coima tanto en el orden nacional como distrital. Eso es mucho dinero y se gasta a borbotones y con mucha facilidad debido a que también entra sin mucho esfuerzo. Solo basta estar relacionado con quien toma las decisiones y este y sus amigos se reparten la torta.

Con la elección popular de alcaldes y posteriormente de gobernadores se empieza a descentralizar el uso de las artimañas para el asalto al erario público y quienes hemos vivido desde antes de 1988 podemos constatar que el progreso de las ciudades se ha visto incrementado con esas decisiones y en aquellas en donde se roba menos se nota mayor calidad de vida.

Mirando esto y a sabiendas de que parte del dinero público se queda en bolsillos particulares sin justificación diferente a las prácticas corruptas, podemos colegir cuan enorme es la suma que se quedó en la capital durante cuatro siglos de coimas y trampas. No me creo con capacidad de escribir el número puesto que los ceros deben ser infinitos.

Postre: ¿Cuánto pagaríamos los colombianos por el supuesto blindaje de los acuerdos entre el espurio y los narcoterroristas asesinos? Esos magistrados no se comportaron como Salierna de Mariaca. Ellos pueden vivir con ese lastre.

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio

    Acceder a subsidios VIS por más de 108 millones, las familias antioqueñas pueden hacerlo