Emilio Archila paz Fiscalía
El consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio José Archila, en una fotografía de archivo. EFE/Carlos Ortega

Bogotá, 27 ene (EFE).- Un convoy de tres vehículos de Naciones Unidas y del Consejo Noruego de Refugiados fue atacado este jueves por hombres armados cuando se dirigía a San José del Guaviare, en el centro-sur de Colombia, atentado del que todos sus miembros salieron ilesos.

El ataque fue perpetrado en la localidad de Puerto Nuevo, en el departamento del Guaviare, donde dos de los tres vehículos fueron incinerados, confirmó el organismo internacional.

«La Misión de Verificación de la ONU en Colombia rechaza firmemente el ataque que sufrió nuestro equipo local de San José del Guaviare en Puerto Nuevo, Guaviare, cuando se encontraba realizando una misión conjunta con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y el Consejo Noruego para los Refugiados (CNR)», señala un comunicado de esa Misión.

Según esa información, «la misión conjunta se dirigía a la zona rural del Guayabero para reunirse con las comunidades de la zona, cuando fueron abordados por personas armadas quienes les hicieron descender de los vehículos».

Minutos más tarde, dos de los tres vehículos de la comitiva fueron incinerados en el lugar de los hechos, agrega el comunicado de la Misión de Verificación de la ONU.

«Los integrantes de la misión regresaron ilesos a las oficinas de la ONU en San José del Guaviare», subrayó el organismo internacional.

«Absolutamente condenable el ataque que se ha presentado en contra de vehículos de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas y de la organización de derechos humanos OCHA», dijo por su parte el consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, quien destacó que «afortunadamente han salido ilesos la totalidad de los integrantes».

En el Guaviare, un departamento en el que confluyen la Orinoquía y la Amazonía, operaron durante décadas varios frentes de las FARC y tras la firma del acuerdo de paz, en noviembre de 2016, se crearon en la zona varios Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación para excombatientes de la antigua guerrilla.

La Procuraduría General de la Nación informó por su parte que aunque aún no ha habido un pronunciamiento oficial de quien está detrás del ataque, medios locales, citando fuentes militares, lo achacan a disidencias de las extintas FARC.

«La Misión de Verificación de la ONU reitera su preocupación por la persistencia de hechos de violencia en zonas priorizadas para la implementación del Acuerdo de Paz y condena cualquier intento de intimidación de los grupos armados ilegales contra el trabajo de la ONU y de las organizaciones humanitarias», agregó el comunicado de ese organismo.

Sobre la zona donde se produjo el ataque la Defensoría del Pueblo emitió en agosto de 2020 una alerta temprana por la presencia de varias facciones disidentes de las FARC y las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo, dedicadas a la minería ilegal y actividades de narcotráfico.

En ella se alerta de un «nuevo ciclo de disputa por el territorio y su población de las facciones disidentes de las FARC frentes 1, 7 y 40 que pretenden restablecer a través de imposiciones violentas, el orden social que las extintas FARC-EP sostuvieron hasta el 2016».

En el comunicado de hoy, el Sistema de Naciones Unidas en Colombia destacó que a pesar de las dificultades, «seguirá acompañando los esfuerzos de las y los colombianos para consolidar la paz en el país».

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