Dos presuntos ladrones de motocicletas se encuentran en situación crítica tras ser sometidos a picaduras de hormigas venenosas en una aldea selvática en el oriente de Bolivia.
Todo esto como parte de un castigo al que fueron sometidos por los pobladores de Ayopaya, en Puerto Villarroel, al ser descubiertos durante un supuesto intento de robo.
Miller Macdonal. Foto Lostiempos.com
Wilmer Machado, de 18 años, y Miller Macdonal Rodríguez, de 19, informaron a las autoridades que pobladores de la aldea de Ayopaya los torturaron y ataron a un árbol de palo santo para que los picaran las hormigas que anidan en el tronco tras acusarlos de haber robado tres motocicletas.
Para tal efecto las familias de los dos hombres pagaron 3.700 dólares que les exigían los captores para resarcir el robo, de lo contrario corrían riesgo de ser linchados.
Según manifestaron miembros de la policía, los habitantes de la aldea impidieron el acceso para frenar la intervención de los agentes. Al parecer los jóvenes fueron amarrados por más de 48 horas y picados por miles de hormigas cuyo veneno les provocó una insuficiencia renal.
La picadura de las hormigas que viven en el árbol de Palo Santo es mucho más potente que de la abeja y puede ser letal.