Hablé una hora (o mejor, lo escuché ese tiempo) con el ex comisionado Luis Carlos Restrepo, 20 minutos para atacar (él) a la Fiscal Vivian Morales y 40 (él también) contra el presidente Juan Manuel Santos. Imparable, ponzoñoso, mordaz, casi sin respirar, Restrepo descargó toda su furia contra el mandatario, a quien calificó de mentiroso y traidor, cuando usó el tono menor, porque al elevar la voz lo llamó “enano político”.

Por Edgar Artunduaga.

Hay quienes dicen que el desahogo de Restrepo es la síntesis misma del sentimiento uribista contra el mandatario que eligieron y ahora atacan.

Lo que dijo de la Fiscal ha sido ampliamente publicado. Lo que piensa de Santos es lo siguiente, tomado de la grabación respectiva:

Este es el Gobierno de la mentira. Yo era el presidente del partido de la U y no quise avalar su candidatura, preferí entregar la presidencia del partido, porque no he podido aprender a decir mentiras, se me tuerce la boca, se me pudre el alma. El señor Juan Manuel Santos es un mentiroso consumado. Eso se lo aplauden ahora y lo llaman política de alto nivel. Se me hace muy grave.

A este Gobierno no le tengo confianza. Santos es un señor que le miente al país, que maneja la política de gobierno como si fuera un juego de dados

¿Percibía usted así a Santos cuando era compañero de Gobierno?

Sí claro. Las veces que yo intenté hacer avances con las FARC, me las radicalizó Santos, de manera perversa. En enero del 2007 alguien fue y le calentó la oreja y le dijo que el ELN estaba listo para negociar pero que no quería negociar conmigo sino con él. El Doctor Santos por encima de mí entró en contacto con el ELN y empezó a moverme la silla de la mesa de negociación. Fue capaz incluso de ir donde el Presidente, a decir que yo era un peligro para la Nación, que me quitara… para él entrar a negociar la paz con el ELN. Todo porque quería tomarse una foto con el ELN y tenía celos en ese momento de Lucho Garzón, con quien yo me estaba apoyando, como mediador en ese proceso.

El Doctor Santos vive pendiente del espejo, es un hombre absolutamente mediatizado. Se monta sus propios cuentos, usted con Santos hace un acuerdo y cuando menos piensa le quita el piso y usted se va al fondo. Es un traidor por excelencia. Caballero sonriente que guarda el puñal bajo la manga.

Tiene una imagen de sí mismo de hombre inglés, muy educado y a él le gusta traicionar a lo inglés, no a lo boyacense. Le gusta ser traidor por lo alto y además esa es su obsesión. Yo lo conozco mucho. Sé cómo prepara sus discursos. Con telepronter todo le sale bien. ¿Sabe por qué no ha podido manejar el invierno? Porque no lo ha podido manejar con telepronter. Le queda grande el aguacero. Al enfrentar la realidad, le va mal.

Perdóneme la expresión, pero lo digo con todo cariño, el Presidente Uribe es un montañero para manejar a los políticos, demasiado sin pulir. En cambio Santos es un as, los mantiene aceitados. En la emergencia invernal se utilizaron todos los dineros para irrigar las regiones en época preelectoral y nada se hizo para prevenir el segundo invierno, calladitos.

Las Cortes tenían razón cuando le mandaron la carta a Santos por el proyecto en el Congreso. Es un hombre superficial. El suyo es un Gobierno que se va quedando sin política y sin gerencia.

Álvaro Leyva en un momento dado se reunió con el Presidente y fue mediador para un proceso. Cuando avanzamos con Leyva, el Doctor Santos desarmó todo.

Con Chávez, él radicalizaba todas las situaciones. Cuando yo manejaba las relaciones con Venezuela, los problemas que teníamos eran por Santos, el Ministro de Defensa. Chávez y Uribe se daban abrazos y el Ministro de Defensa echaba puyas. A mí se me hace eso maléfico, desconcertante y peligrosísimo. Él es un jugador.

Como Ministro de Defensa, reunía a la cúpula militar, la alineaba y ejercía presión sobre el Presidente. Qué peligro una persona que de la noche a la mañana cambia la faceta como si nada. A mí eso me produce espanto porque yo no soy así, soy frentero, muy directo.

El Doctor Santos es completamente resbaloso, programado, calculador. Es un hombre rodeado siempre por el mismo círculo de amigos. Toda la gente que tiene en los altos puestos y en las Embajadas, son amigos de negocios. Qué horror. Yo me revelo contra eso.

De manera muy deliberada Santos se ha dedicado a socavar la imagen de Uribe. Fue  una enorme equivocación haberlo apoyado.

Santos era un enano político, nunca pasaba de tener poco en las encuestas y llegó a ser presidencial porque se montó en un trampolín. Por eso tuvo la votación que tuvo, eso nadie lo puede negar. Ahora quiere perpetuarse en el poder, desapareciendo el trampolín en el que él se montó, para mostrarse gigante.

Lo peor es que Santos no tiene cura. El que se alíe con él, lo va a volver a traicionar. Ya es una maña que le resultó efectiva. Le aplauden ser traidor. Quizá sirva para la diplomacia, donde puede llevar el puñal bajo la capa.

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Redacción Minuto30

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