No es el referente de la aplicación virtual. Es una breve crónica de ciudad. Los taxistas son profesionales del volante, y se pasan, cuando necesitan, semáforos en rojo y hacen circuitos como atravesando desiertos. Hay taxistas vendedores de sus servicios profesionales y entregan su tarjeta con número celular y aplicación de redes virtuales, algunos son vendedores de propiedad, otros venden muebles y muchos son abogados de verdad, quieren solucionar los problemas de la ciudad.

Abundan conversadores y le agregan mil pesitos más al servicio con la disculpa de no tener devuelta. Para los que están afiliados a Uber, los taxistas son vulgares choferes. Y los del aplicativo Uber, no quieren disfrazar su necesidad de ingresos para librar los compromisos por aparentar lo que no pueden. Los taxistas aborrecen los políticos, les prometen mientras les dejan pegar el afiche de la publicidad y después que problema para pagar.

Chistosamente, los taxistas sostienen que son muy estudiados, terminan una carrera y empiezan otra. Los taxistas relatan breves historias de vida cotidiana. Muchos taxistas hablan de cómo han visto trasformar la ciudad donde han vivido y trabajan en su oficio. Ellos, atentos de lo que sucede en el pueblo o en la ciudad, en el día, en la noche, en cualquiera de los corregimientos o vereda dónde llegan. Hoy, los taxistas son los reporteros grabando desde su celular lo que acontece entre barrios y el centro de la ciudad. Los taxistas tienen ojo para saber quién se puede subir y en diciembre se dan el lujo de seleccionar servicio y en enero hacen servicio colectivo.

Más de un taxista parece consejero de radio, sicólogo o líder cívico. Algunos opinan, se creen analistas de hora 20 y tienen el argumento del que más les simpatiza en la carrera a la presidencia. Viven enterados de todo y lo que no saben se lo inventan, tienen cuenta en facebook y de rato en rato miran con devoción la llamada del cliente fijo o hacen replica a un mensaje de las redes sociales. Los taxistas tienen horarios ejecutivos y trabajan de acuerdo al movimiento de la ciudad.

Hay ciudades muy nocturnas, las rumbas empiezan mientras otros se acuestan, allí hay un taxista, otros madrugan para sus distintos empleos y otros muchos recogen la mercancía en la plaza de mercado y otros tienen de clientes a ejecutivos que van al trabajo, siempre en taxi, para no estar pendiente del pico y placa. Los taxistas son un gremio tan importante como lo fueron los zapateros y los sastres en la época medieval.

Las estadísticas de los taxis en las 9 principales ciudades de Colombia, en sus horarios de trabajo, son entre 10 a 17 horas promedio. Eso hace que los taxis se estén renovando con mayor frecuencia y se tengan cada día más servicios con calidad. El negocio está en las concesionarias y en los créditos de la banca. Algunos taxis parecen motores de ferrocarril por el humo que contamina. Otros tienen servicio de bar y venden cerveza y le hacen servicios directos al motel que el usuario escoja del catálogo. Los taxistas en su gran mayoría son desempleados con un oficio especializado, jubilados, algunos son viciosos, difusores de la palabra del señor Jesús.

Crónicas de Calle, es un homenaje, es una denuncia, es una pequeña foto descriptiva de la sociedad que vivimos a diario en cualquiera de las ciudades o pueblos donde exista servicio de City Taxi.

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio