El invierno y una filtración de aguas subterráneas produjo el cierre total de la carretera Bucaramanga-Bogotá a la altura del municipio de El Socorro, Santander.
El secretario de planeación de esta población Luis Alfonso Gómez confirmó que no hay paso para ninguna clase de vehículos debido a que la calzada colapsó totalmente en un tramo de 60 metros.
Las autoridades regionales confirmaron que la obstrucción ocurre en un lugar denominado Terán, entre San Gil y Socorro donde se presenta una enorme congestión vehicular que alcanza los tres kilómetros.
En el sitio se escuchan sonidos muy extraños lo que llevó a la policía a acordonar el área en prevención de nuevos deslizamientos y fallas en la banca de la vía.
La carretera entre Zipaquirá y Girón está bajo la administración de la concesión Los Comuneros.
Esa vía presenta un alto volumen de tráfico ya que comunica el centro del país y Bogotá con los Santanderes.
La alternativa para los conductores es la troncal del Magdalena medio.
Toda clase de carros particulares, vehículos de carga y de pasajeros debieron estacionarse en el Socorro mientras se soluciona el problema vial.