Muñeca sexual/ EFE

Muñeca sexual/ EFE

Después de usar cualquier juguete sexual, es importante asearlo… Ahora, es más importante aún si se trata de una muñeca sexual, pues ha sido usada por otras personas durante el mismo día.

Esto al parecer habría sido lo que falló en la operación de un burdel italiano que alquilaba muñecas a sus clientes… El factor limpieza.

El lugar tenía ocho cuartos con cama, baño y televisor en donde se transmitían películas porno, además de las muñecas sexuales de silicona.

Los clientes podían escoger entre siete modelos de muñecas, con ropa diferente, color de piel, ojos  y pelo.

Hasta podían pedir un muñeco masculino con pene ajustable cuya longitud variaba entre cinco y siete pulgadas.

Por 93 euros, los clientes podían usar las muñecas a su antojo durante media hora y experimentar con ellas.

Las reservaciones en el lugar estaban a tope y aceptaba reservaciones en grupos.

El burdel fue allanado por las autoridades frente a la sospecha de que las muñecas no eran aseadas completamente, al menos por dos horas después del uso.

 

 

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