En Medellín, el Carlos Vieco volvió a vibrar

Después de 7 años, el Teatro al Aire Libre Carlos Vieco volvió a tener público y con esto volvió a vibrar la cultura y la música en un espacio óptimo para el disfrute de la ciudadanía. Los amantes del rock, la poesía, la cuentería y otras muestras artísticas pudieron deleitar el escenario y ser testigos de innumerables recuerdos que, esta semana volvieron a su mente y que siguieron coleccionando.

El Carlos Vieco, cerró sus puertas en 2014 debido a problemas por deterioro y entonces el escenario no volvió a ver sus luces, sonidos ni asistentes, y quedó en silencio y abandono hasta el jueves 22 de julio cuándo el escenario volvió a ser un espacio de ciudad, volvió a vivir para albergar de nuevo al sector artístico y cultural de la ciudad.

Debido a las condiciones en que estaba el lugar, tuvo que ser demolido y conservando su esencia, dimensiones, huella y lineamientos ambientales crearon un nuevo teatro, con una mejor calidad de sonido, que permitirá un mejor rendimiento, triplicando la eficiencia acústica del teatro, perfecto para que las mejores bandas de la escena local, nacional y hasta internacional se presenten en un escenario completamente renovado y lleno de vida.

Una de las mejores cosas del nuevo Carlos Vieco, es que, pensó en todo: un escenario accesible para personas en situación de discapacidad, elevadores para la entrada de los equipos, autosuficiencia eléctrica y manejo independiente de las luminarias para poder atender eventos de todos los tamaños, en una ciudad que sigue reactivándose a pasos agigantados.

La transformación de la ciudad se da en espacios como el Teatro al Aire Libre Carlos Vieco y se da gracias a ciudadanos con sueños y talento para habitarlo, llenarlo de vida, historias para contar y productos para mostrar a Medellín, Colombia y el mundo. Cada persona que vaya y disfrute del escenario hará parte de la transformación y le dará sentido a la inversión realizada.

Medellín sigue adelante, llena de retos, sueños, vida y espacios para disfrutar, una ciudad para todos, incluyente y social. Siguen pasando cosas buenas en la ciudad.