Foto tomada de @cvelayos

A través de varios trinos Carlos Velayos, médico español especialista en medicina intensiva, cuenta cómo es su día a día en el hospital de Fuenlabrada en el que trabaja, habló sobre su jornada de trabajo, que le toca hacer y lo que piensa sobre la situación.

Desde las 7 de la mañana se levanta pensando como habría sido la noche de sus compañeros en la UCI, con las calles vacías se va pensando cuantos podrá dar de alta. Escuchando buena música llega al hospital donde lo espera una “mascarilla y pijama me convierto en uno más del ejército naranja de la UCI”.

Carlos cuenta que antes de coronavirus era una UCI de 10 camas «y ahora tenemos tres con 50 y estamos llenos”, solo tenían una clase de ventiladores y ya manejan “mil tipos diferentes”, asimismo, como han multiplicado el personal pero no alcanza para atender todos los enfermos.

Cuando los compañeros que salen de guardia dicen los “ingresos, extubaciones, problemas por resolver, cambios en el tratamiento, complicaciones y fallecimientos. Pensamos y decidimos juntos el plan”.

En las miradas se ve el peso de las horas trabajadas, pero siempre en la mente tiene la pregunta: «¿Cuántas camas de UCI tendremos disponibles hoy?».

El intensivista español dice que cuando los pacientes van mejorando “y los podemos despertar. Cada vez que quitamos un ventilador tenemos la sensación de estar ganando. Y cuando un paciente se va de alta todos aplaudimos”.

Otros empeoran y se complican. Cuando un paciente sabemos que va a fallecer ofrecen un pequeño consuelo a sus familiares: «podéis estar tranquilas porque hemos hecho todo lo posible y él no ha sufrido porque estaba muy dormido».

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Laura Pineda

Comunicadora social de la Universidad Católica Luis Amigó. Soy amante de contar historias de ciudad y tengo un agudo olfato periodístico.

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