Los campesinos de la región montañosa de Colombia dejaron de usar básculas para pesar el café, las frutas y hortalizas que producen, y en su lugar usan como unidad el volumen de carga de emblemáticos ‘Yipaos’, vehículos todo terreno marca Jeep a los que rinden tributo.

Foto: Luis Robayo/AFP

Unos 2.200 ‘Yipaos’ -como los lugareños se refieren desde hace medio siglo a los modelos Jeep Willy’s de fabricación estadounidense- recorren a diario las empinadas y polvorientas trochas de la Coordillera Central del país, en la provincia de Quindío (oeste), epicentro de la producción cafetera del país.

Según Diana Giraldo, presidente de la Fundación ‘Territorio Quindío’, el empleo de estos vehículos va más allá de su uso utilitario para transporte de productos y personas, además de remolcar otro tipo de automotores, para «convertirse en parte del paisaje cultural cafetero de Colombia».

«El Jeep Willy’s es parte central del entorno cultural que la UNESCO destaca como característica especial de la cultura cafetera. Así, en torno a él se dan prácticas sociológicas, un lenguaje propio y se modificaron prácticas como la de convertir el vehículo en un referente de medición», explicó a la AFP.

Así, precisa la experta, en lenguaje coloquial de la zona el nombre ‘Yipao’ surgió de una degradación de la marca del vehículo (Jeep), que para los lugareños es ‘Yip’ unida al sufijo ‘ao’ con el que se refieren a algo lleno hasta el tope o «cargao».

En consecuencia, Un ‘yipao de gente’ equivale a uno de estos vehículos transportando a una veintena de personas; un ‘yipao de plátano’ lo conforman 50 racimos del fruto; otro ‘yipao de carbón’ a 25 bultos del mineral; y un’yipao de café’, a 30 bultos del grano.

«Hace tiempo que aquí dejamos de usar las básculas. Son costosas y no resulta práctico transportarlas. La medición es más precisa cuando uno acomoda los bultos en el carro, uno ya le tiene la medida», dice, orgulloso de su vehículo, Rafael Pérez.

«Así, cuando le entrego a alguien un yipao de yuca, esa persona sabe que le estoy hablando de 12 bultos», concluye el campesino, que participó de un desfile anual de estos vehículos en una categoría que premia la capacidad de conducirlo con una pesada carga atrás que haga que sus ruedas delanteras queden en el aire.

Heber Alfonso, de 54 años, conduce uno de éstos hace 12 años. Dice que son los únicos capaces de ‘trastear’ en un sólo viaje todas las pertenencias de una familia, aunque admite que cada vez son más buscados por turistas extranjeros para quienes manejarlos les resulta «exótico».

Alfonso recuerda que el ‘Yipao’ que heredó de su padre es parte de la masiva producción que llegó a Colombia al finalizar la Segunda Guerra Mundial. «Este vehículo es una bendición. Como muchos de nosotros, ya pasamos los 50 años de edad pero funcionamos mejor que cualquiera», bromeó.

El desfile anual del ‘Yipao’ se realiza en Armenia, capital de Quindío, desde 1988. Con él, los lugareños buscan rendirle tributo a este vehículo que se convirtió en ícono de la región cafetera colombiana.

ARMENIA, 17 octubre 2010 (AFP)

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Redacción Minuto30

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