VIDEO. Bandas criminales comienzan diálogos para frenar la violencia en una urbe del Pacífico colombiano

Buenaventura, (Colombia) jul (EFE).- Representantes de los grupos criminales de los «Shottas» y los «Espartanos», las dos mayores bandas de la ciudad colombiana de Buenaventura, iniciaron hoy junto al Gobierno los diálogos para frenar la guerra urbana que deja decenas de muertos en el principal puerto colombiano en el Pacífico.

Las dos bandas, que negociaron a finales del año pasado un cese de hostilidades que se ha roto en las últimas semanas, participaron este martes en el «Espacio de Conversación Sociojurídica Para la Construcción de Paz» para tratar de buscar soluciones y eliminar las fronteras invisibles entre barrios, que tienen en jaque a la población mediante amenazas y extorsiones, y los numerosos asesinatos en las comunas 10 y 12.

La mesa se instaló en la Casa de Encuentros Heriberto Correa Yepes, en la que se contó con la presencia del alto comisionado para la paz, Danilo Rueda; del presidente del Senado, Alexander López, y del arzobispo de la ciudad, monseñor Rubén Darío Jaramillo, además de organismos internacionales como la MAPP-OEA, la ONU, empresarios e integrantes de la sociedad civil.

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«Este es el momento de pasar a la segunda etapa, llegó la hora de pasar la página, llegó la hora de la paz», alegó monseñor Jaramillo, quien es un mediador clave en esta ciudad que por las luchas entre bandas dedicadas a la extorsión y el narcotráfico se ha convertido en una de las más peligrosas del país.

En la instalación de esta mesa también se conectaron de manera virtual varios integrantes de los «Shottas» y los «Espartanos», quienes permanecen recluidos por diversos delitos en la cárcel de Palmira, Valle del Cauca.

«Aquí no hemos venido a ver cómo atacamos al otro, aquí hemos venido a sacar adelante a Buenaventura para que más jóvenes no cojan las armas y los que ya están inmersos en el conflicto puedan encontrar oportunidades», indicó José Yimmy García Rivas, vocero de «Los Shottas».

Félix Orlando Luna, más conocido como «Gordo Lindo» y representante de «Los Espartanos», enfatizó que «el pueblo pide paz, entre todos podemos construir una paz y salir adelante, entre todos podemos sacar el pueblo adelante, esto es de todos».

RECRUDECIMIENTO DE LA VIOLENCIA

Al enfrentamiento entre Shottas y Espartanos -dos bandas que algún día fueron una sola- en los barrios, que han vuelto de nuevo frecuentes las balaceras al caer la noche, se han sumado videos de un nuevo grupo armado llamado Jalisco (una posible disidencia de los otros), donde encapuchados exhiben armas de largo alcance y dicen controlar varios barrios en un mensaje con tintes amenazantes.

Los enfrentamientos entre organizaciones criminales en las últimas semanas han causado desplazamiento en las periferias de la ciudad, y algunos pobladores hablan de un 70 % de casas deshabitadas y cerca de 300 niños que no volvieron a clase por miedo a quedar entre las balaceras.

«La más reciente víctima fue la niña Kimberly Hinestrosa, quien murió luego de estar 4 días en un hospital tras ser impactada por una bala perdida. Necesitamos que esta ciudad sea referente de paz, porque los niños no tienen por qué ser víctimas de la guerra», puntualizó el alcalde de la ciudad, Víctor Vidal.

El alto comisionado para la paz precisó que desde septiembre de 2022, cuando comenzó la tregua que llevó a la ciudad a estar 100 días sin homicidios, se han sostenido 14 reuniones discretas y privadas con ambas organizaciones en diversos parajes de la ciudad.

«Esto se logra luego de ganar confianza con ellos, ha significado el temor de construir una paz fallida. Sin resolver las deudas históricas de Buenaventura no vamos a resolver los conflictos armados», sostuvo Rueda.

Se espera que las negociaciones continúen con una frecuencia semanal y tratarán una dejación de armas y algunos proyectos sociales para las comunidades afectadas.

«La paz solo será posible si los partidos políticos, los gremios y los ciudadanos se unen en este mismo sentir. Además, si los grupos frenan extorsiones a comerciantes, ahí el pueblo de Buenaventura les va a creer», concluyó Rueda.

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