Los trabajadores de una presa que estaba siendo demolida en Estonia lograron ver a un animalito que intentaba nadar hacia la orilla pero no lo logró y estaba pronto a congelarse.

Rando Kartsepp, Robin Sillamae y Erik Vali  estaban haciendo trabajos de limpieza en el río Parnu cuando vieron a lo que parecía un perro que iba a morir congelado.

Despejaron entonces los tres hombres el terreno y se dieron paso en el hielo. Lo sacaron del agua y lo envolvieron en una toalla.

Luego lo metieron en un auto con calefacción mientras se dirigían al veterinario.

No sabían que lo que en realidad era el animal era un lobo salvaje y no un perro doméstico.

Lo que sucedió es que el animal no mostró signos de agresividad y hasta se durmió sobre las piernas de uno de los operarios.

Un cazador local que vio al animal, lo identificó y señaló que era un lobo joven, que tenía alrededor de un año.

Parece ser que este comportamiento se dio cuando fue rescatado, porque su presión sanguínea había bajado.

Ya el animal recuperado, fue puesto en su hábitat con un GPS.

 

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