Atentados en Barranquilla, volvimos a los años 90’s

Estar informado de lo que sucede en el país y en el mundo siempre ha sido una necesidad en mi hogar, es por eso que en mi mente aún recuerdo las constantes noticias de atentados en todo el país en los años 90’s. Y aunque en aquella época era tan solo un niño, recuerdo también que siempre salía a las calles de Cali con el constante temor a ser víctima de la violencia que se vivía en aquel entonces.

Después, y de la mano de la Seguridad Democrática, regresó la esperanza a Colombia y pasamos de ser un Estado Fallido a un país, que aunque no era perfecto, si mejoraba a grandes pasos en todos los aspectos.

En días pasados, y en menos de 24 horas, tres atentados terroristas en estaciones de policía en Barranquilla, que se atribuyó el ELN, acabaron con la vida de 5 miembros de la fuerza pública y dejaron más de 41 heridos. El miedo vuelve, nuevamente, a apoderarse de las calles de Colombia.

Y es que a pesar de que el Gobierno de Juan Manuel Santos ha vendido a los colombianos y a la comunidad internacional un país en paz (prácticamente un país de las maravillas), la realidad muestra que en Colombia hay de todo, menos paz.

Con el proceso de “paz” con las Farc lo único que se logró fue premiar a criminales de lesa humanidad con impunidad y elegibilidad política y mandar el mensaje erróneo a la sociedad de que el delinquir paga.

Hoy tenemos a un ELN, otrora prácticamente acabado, nuevamente fortalecido y delinquiendo por todo el país, atentando contra los colombianos en busca de todas las prebendas que otorga Santos. ¿Y cuál es la respuesta del Gobierno ante el doloroso asesinato de policías? Seguir con la negociación de paz en Quito y continuar buscando el cese bilateral al fuego.

Según el Mecanismo de Monitoreo, el ELN violó en 36 ocasiones el cese al fuego bilateral. Tras el fin de este, ya se han reportado más de 27 actos terroristas, entre atentados, hostigamientos y voladuras de oleoductos. Es increíble que el Gobierno siga buscando premiarlos en vez de perseguirlos. Definitivamente la permisividad de Santos con los delincuentes no tiene límites.

Se ha advertido, el mal ejemplo es partera partera de nuevas violencias, y este Gobierno es especialista en fomentarlo. Cuando se premia el crimen, se estimula perpetrarlo. Parece que Juan Manuel Santos sólo piensa en cómo beneficiar delincuentes, pues en siete años de su Gobierno, los colombianos solo hemos visto como da impunidad a terroristas, les crea justicia amañada y ahora busca premiarlos con dádivas.

Como colombianos no podemos permitir que la cultura de la ilegalidad se establezca en el país. Por más que desde el Gobierno se fomente, todos debemos unirnos para exigir que el Estado persiga al delincuente y que proteja al ciudadano honesto. Todos al unísono debemos exigir que el Estado actúe y envíe el mensaje que delinquir no paga.

@andresportillo_