El pasado miércoles 11 de noviembre, sobre las 11 de la noche, se aprobó en segundo debate en la Asamblea de Antioquia la reforma que busca cambiar la razón social de la Fábrica de Licores de Antioquia, con una votación de 21 a favor y cuatro en contra.

La decisión es trascendental porque representa la fuente de ingreso más importante de los antioqueños, por eso debe ser analizada con lupa, y mientras algunos diputados expresaron por qué están de acuerdo o no con la medida, hubo una declaración que llamó la atención, por el posible tinte sexista que este lleva.

Se trata de la intervención de la diputada Verónica Arango, quien en un momento del debate argumentó que está de acuerdo con la reforma por la manera en la que se podría publicitar la marca.

Arango sostuvo que la FLA, como estado, no puede «poner a dos niñas de faldita roja en un semáforo a vender aguardiente así como así porque yo soy estado, pero eso sí lo puede hacer una empresa industrial y comercial, en su régimen privado».

Esta declaración generó indignación, al dar a entender que se busca reformar la FLA para intentar conseguir más recursos a costa de la denigración de la mujer, y no por un argumento técnico o de valor que permita continuar con el debate.

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Redacción Minuto30

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