Aprendiendo del 2017… ¿qué esperar en el 2018 en materia económica?

Si bien el crecimiento económico de Colombia puede analizarse desde el comportamiento del sector petrolero, manufacturero u agropecuario, es claro que la confianza que tengan los consumidores con el comercio juega un papel fundamental y en este aspecto, la reforma tributaria incidió en el no muy deseable desempeño económico del país durante el 2017.

El aumento en 3 puntos porcentuales del IVA, afectó con fuerza a los sectores económicos más vulnerables del país, maximizando el nivel de restricciones frente a sus gastos y limitando su capacidad de ahorro, incluso inversión.

Análisis permiten concluir que después de un primer trimestre, de relativo incremento económico para el país, se preveía un alza en las estadísticas tal como lo mencionó el rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo Abondano… positivas y alentadoras.

“El primer trimestre fue 1,2%, con la revisión hecha por el Dane, el segundo fue 1,3%, luego vamos en una tendencia de nuevo hacia arriba. Lo que significa es que posiblemente la desaceleración tocó fondo. Ahora lo que se necesita es acelerar el paso de este mejoramiento», indicó Restrepo.

El comercio, el transporte y los servicios sociales sí estuvieron cerca a las expectativas proyectadas por el Gobierno en términos de crecimiento, así como la agricultura tuvo un buen segundo trimestre durante el 2017, y el agro tuvo un incremento del 4,4%, llegando a un 6,1% en junio.

El sector financiero fue el que a pesar del panorama, tuvo una buena posición en la estructura del producto interno bruto (PIB), pasando de 20,7 por ciento en 2016 a 21, 3 por ciento a mediados del 2017, aunque no es el sector que permite generar empleos en masa, resultado que sí puede ocasionar sectores como construcción, infraestructura y turismo.

Durante el tercer trimestre de 2017, la rama de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca presentó un crecimiento de 7,1%. Sin embargo quienes impulsaron tan positiva variación fueron Café Pergamino (24,9%), semillas y frutos oleaginosos (48,0%) y leche sin elaborar (9,6%).

Así como de forma específica, en el sector financiero los siguientes subsectores aportaron de forma positiva en el crecimiento económico del país: Servicios de intermediación financiera y servicios (6,8%), servicios inmobiliarios y de alquiler de vivienda (2,7%) y servicios a las empresas (0,4%).

¿Qué esperar del 2018?

Ahora, con la revisión del comportamiento económico durante el 2017 y el observar como a paso gradual, este mismo se ha ido recuperando a través de los sectores mencionados (agro, turístico, financiero y servicios sociales); la reducción de tasas de interés del Banco de la República y los beneficios procedentes de las vías 4G, son el epicentro más claro donde radicaría la necesaria mejoría monetaria para el país.

El mismo ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas y Juan José Echavarría, gerente del Banco de la República, son optimistas al afirmar que la recuperación del país puede llegar incluso a un PIN potencial de 3,5%.

La pausa en las contrataciones por causa de la ley de garantías es otro factor que inmoviliza en parte algunas actividades, sin embargo la reactivación de los consumidores, el apoyo por parte de los mismos a pequeñas empresas, la concientización de emprendedores y empresarios hacia la creación de proyectos ecoamigables y sostenibles, permitirán ir construyendo un panorama donde sea posible evitar la reincidente disminución económica del país, al poner la mirada en formas más independientes y económicas de progreso.

Porque un emprendedor que oriente sus energías en activar un proceso de producción bajo un modelo sostenible, no solo aporta a la reducción de emisiones de CO2, además ahorra costos, al disminuir el consumo de agua y energía, incluso puede posicionarse con mayor facilidad al contar con un valor agregado ecológico, apetecido y bien apreciado por los consumidores.

No hay por qué dejar en manos de un sector en particular el potencial con el que cuenta el país para generar ingresos, si bien la industria petrolera y minera es una base importante de la actual economía del país, Colombia es rica en biodiversidad y talento humano, capaz de emprender con proyectos más amigables con su territorio, que no solo nos libera de procesos costosos de gestión, nos oxigena para crear unos realmente eficientes, rentables y socialmente responsables.

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Abogado especialista en Derecho Empresarial
Magister en Economía Aplicada